EL SENADOR PETRO
Después del polista-moirista Jorge Robledo, actual Senador de la República por el izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA), (antigua colectividad de Petro), no ha habido en la historia política reciente del país un hombre de luchas sociales y políticas como Gustavo Petro: de ideales progresistas, estúpidamente mal equiparadas con el comunismo castrista o el chavismo que tanto aterra al uribismo ramplón; ilustrado; dotado de tenacidad y hasta capaz de enfrentarse a los grupos oligárquicos y grandes mafias que hoy día carcomen a Colombia.
Desde sus inicios como parlamentario ha demostrado de lo que es capaz: desde la develación de verdades ocultas hasta poner a medio congreso colombiano en la cárcel por aquello de sus sobrias denuncias en referencia al fenómeno de la parapolítica iniciado desde el régimen de su más grande adversario político Álvaro Uribe.
No obstante, su pasado guerrillero cuando se insertó en las filas del otrora Movimiento 19 de abril (M-19) lo hace ver como un ser despreciable para muchos, para otros, su destreza en la oratoria es aplaudible luego argumenta, o mejor, controvierte de manera espectacular con el apoyo de su innegable inteligencia pero lástima su evidente ansia de poder -como la de Uribe- o sus repentinas salidas en falso que lo hacen ver como un mero lunático por medio de su red social favorita Twitter con más de tres millones de seguidores, valga resaltarlo; o un personaje que, a la postre, ha generado extrema difidencia con el tan mediático “petrovideo” donde aparece recibiendo unas bolsas con dinero por parte de su aliado político Juan Carlos Montes.
Aunque su movimiento político Colombia Humana (con el cual se planeó llegar a la presidencia en 2018) se ha fusionado con el también izquierdista Unión Patriótica (UP) para enfrentar las elecciones regionales próximas a celebrarse, vale la pena aclarar que el Acto Legislativo 02 de 2015 por medio de su artículo primero le ha permitido nuevamente a Petro integrar el Congreso después de obtener el segundo lugar en las pasadas presidenciales ganadas por el uribista Iván Duque en segunda vuelta para el cuatrienio 2018-2022.
Prohijado por la coalición de izquierdas “Decentes”, mantendrá los fuertes encontronazos, de público conocimiento, con Uribe y varios miembros del partido de gobierno Centro Democrático pero firme no solo en su magno trabajo legislativo con denuncias en mano sino en su porfiada intención de ser el próximo Presidente de Colombia.
Desde sus inicios como parlamentario ha demostrado de lo que es capaz: desde la develación de verdades ocultas hasta poner a medio congreso colombiano en la cárcel por aquello de sus sobrias denuncias en referencia al fenómeno de la parapolítica iniciado desde el régimen de su más grande adversario político Álvaro Uribe.
No obstante, su pasado guerrillero cuando se insertó en las filas del otrora Movimiento 19 de abril (M-19) lo hace ver como un ser despreciable para muchos, para otros, su destreza en la oratoria es aplaudible luego argumenta, o mejor, controvierte de manera espectacular con el apoyo de su innegable inteligencia pero lástima su evidente ansia de poder -como la de Uribe- o sus repentinas salidas en falso que lo hacen ver como un mero lunático por medio de su red social favorita Twitter con más de tres millones de seguidores, valga resaltarlo; o un personaje que, a la postre, ha generado extrema difidencia con el tan mediático “petrovideo” donde aparece recibiendo unas bolsas con dinero por parte de su aliado político Juan Carlos Montes.
Aunque su movimiento político Colombia Humana (con el cual se planeó llegar a la presidencia en 2018) se ha fusionado con el también izquierdista Unión Patriótica (UP) para enfrentar las elecciones regionales próximas a celebrarse, vale la pena aclarar que el Acto Legislativo 02 de 2015 por medio de su artículo primero le ha permitido nuevamente a Petro integrar el Congreso después de obtener el segundo lugar en las pasadas presidenciales ganadas por el uribista Iván Duque en segunda vuelta para el cuatrienio 2018-2022.
Prohijado por la coalición de izquierdas “Decentes”, mantendrá los fuertes encontronazos, de público conocimiento, con Uribe y varios miembros del partido de gobierno Centro Democrático pero firme no solo en su magno trabajo legislativo con denuncias en mano sino en su porfiada intención de ser el próximo Presidente de Colombia.
Coletilla. Sin llegar a un acuerdo programático con la candidata a la Alcaldía de Bogotá por el partido centroizquierdista Alianza Verde Claudia López, la única opción está en avalar la candidatura del concejal Hollman Morris, defensor por excelencia de la construcción del metro subterráneo que tanto obsesiona a Petro.
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