FUGITIVO
Con la fuga de “Santrich”, lo único real y factible es el tal referendo uribista que se promociona desde unas turbulentas redes sociales y varios medios de comunicación para derogar, por completo, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
El caso del ahora miembro de la Cámara de Representantes de Colombia, -en recordación que desde el Acuerdo de Paz suscrito entre la guerrilla de las FARC y Juan Manuel Santos Calderón, a través de su segundo mandato, y que integró en uno de sus apartados la Participación Política-, ha sido de gran relevancia en el ámbito nacional y mediático; y a su vez, el de mayor polarización social más que el temario político actual en apreciación de una lucha sociopolítica mordaz entre las ya desgastadas derechas e izquierdas.
La libertad del ex guerrillero, por parte de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), envuelve al país en un limbo jurídico abismal porque, a su fuga, mientras ronda un sinsabor en la sociedad colombiana, súmese lo mal parada que ha quedado la máxima corporación de justicia del país y de paso la tan mancillada JEP.
Coloquialmente hablando, este papayazo beneficia directamente al más grande enemigo político que pueda existir en esta patria después del malévolo caudillo ultraconservador Laureano Gómez: Álvaro Uribe; pues, su psicopatía por el poder lo ha llevado al punto de colocar un presidente que cumpla con sus malintencionados propósitos como (mal) objetar la Ley Estatutaria de la JEP o insinuar una peligrosa constituyente que le permita de manera eterna, tal como anhela, su retorno al poder mediante la reforma del artículo 197 de la Constitución Política.
El referendo que pretende hundir la JEP con el pretexto de que los ex guerrilleros de las FARC estarán en absoluta impunidad, a su vez desglosa otra intención tal vez acertada: la inmunidad de Uribe silenciando la verdad de varios militares acogidos a ese Alto Tribunal e inmersos en casos de los mal llamados Falsos Positivos práctica ésta que cohonestó un siniestro aplauso a la tan desvirtuada Política de Seguridad Democrática (PSD) durante el octenio presidencial del hoy Senador Uribe.
Sin duda, con la fuga de “Jesús Santrich” dicho referendo tomará alas y orquestará, más aún, la esquizofrenia de un partido político, unipersonal y caudillista cuyo ánimo político es mantener a la nación en un apocalíptico estado de pánico.
Coletilla: Pese a su reversazo, al emitir una orden de captura contra "Jesús Santrich", la Corte está tibia si cree enmendar su error al concederle la libertad a un sujeto que quizás, quizás, quizás volverá.
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