CARTA A ROBLEDO

Bogotá D.C. viernes, 27 de octubre de 2.023

 

Señor:

JORGE ENRIQUE ROBLEDO CASTILLO

CANDIDATO A LA ALCALDÍA DE BOGOTÁ

PARTIDO DIGNIDAD Y COMPROMISO

La Ciudad

 

 

REF: CARTA A ROBLEDO.

 

 

Candidato Robledo:

 

 

Su carrera política, por sobre todas las cosas, es digna de admirar. Tanto que, tiene el rótulo del mejor senador del país por ocho veces consecutivas, si no estoy mal. Empero, lástima, pues, estas pugnas políticas que por simples ideologías no más lo apartan por completo de la visión de país que desde su otrora lucha armada y posterior periplo político ha sostenido con tesón el hoy presidente, Gustavo Petro; porque créame que, si ambos, desde tiempo atrás, hubiesen estrechado manos, “calmado las aguas”, para, en síntesis, concretar una verdadera alianza política, amplia e independiente, que recogiese el sentir de una izquierda democrática que tanto él como usted han representado de vieja data “otro gallo estuviese cantando”. Sí, digámoslo abiertamente: sería usted el candidato ideal de COLOMBIA HUMANA (CH) – PACTO HISTÓRICO (PH) con pasos agigantados hacia la senda del triunfo.  

 

Indudablemente, usted ostenta el magno perfil para ser el próximo alcalde de Bogotá, pero adhiero a lo prorrumpido por el periodista y escritor tulueño, Gustavo Álvarez Gardeazábal: “Sería el mejor alcalde para Bogotá, tiene todo el conocimiento, claridad, entereza, sería el contrapeso ideal a Petro, pero él no es capaz de convencer con el gancho que se necesita en una contienda política”. (SEMANA, 31.07.2023).

 

Es decir, aunque evidencia de su discrepancia con Petro, pone, de antemano, la palabra convencimiento, pues lamentablemente, candidato Robledo, es lo que le hace falta sobre todo en estas lides políticas de semejantes categorías donde ya no está buscando un asiento para ejercer un cargo plurinominal -como el que ostentó por 20 años-, sino uninominal en el que busca ejercer una autoridad política en calidad de alcalde de la ciudad capital. 

 

Lo anterior me hace recordar al fallecido periodista e intelectual, Antonio Caballero, cuya exquisita pluma ¡qué falta hace en estos tiempos políticos!, cuando en una de sus tantas columnas certeras, “Weber y Goyeneche” (SEMANA, 12.08.2017), expresó categóricamente lo siguiente: “Jorge Enrique Robledo es un político serio: debería guiarlo la ética “de la responsabilidad”. Y no desperdiciar su influencia y su talento en una campaña presidencial inútil, de antemano perdida”. Era 2017 y se avecinaba el armazón de las presidenciales de 2018. Columna que tuvo de su parte la correspondiente réplica, pero, a decir verdad, campaña presidencial inútil, de antemano perdida, pues, quien terminó candidatizándose no fue usted sino Fajardo al entablarse la denominada “COALICIÓN COLOMBIA” en conjunto con la ya saliente alcaldesa, Claudia López.

 

Adicional a ello, no le perdonan que, para la época eleccionaria, haya hecho una campaña prácticamente abierta hacia el voto en blanco lo que, en gran medida, significó la inmerecida victoria del candidato de Uribe, Iván Duque, y, a la postre, haber dejado a Petro relegado al interior del congreso con sus tres compañeros de bancada electos por voto popular. Antecedentes que, ni más ni menos, pueden pasarle factura en las elecciones del domingo.

 

Inclusive, la figura de escisión que usted y su séquito promovieron al interior del Polo Democrático Alternativo (PDA) para declinar de una colectividad que, en tiempos de los hermanos Moreno, cuyo mito establece que usted apoyó, se fue de bruces por la corrupción que el fenecido, Samuel, provocó pavorosamente al interior de la alcaldía, cuando en ella mandaba, también se entiende como un fantasma que traerá a cuestas en la venidera contienda electoral.    

 

Indistintamente de los antecedentes traídos a colación, sería una lástima que el domingo un serio y sapiente hombre político como indudablemente lo es el auténtico Robledo se quemara.

 

 

De usted,

 

 

NICOLÁS FERNANDO CEBALLOS GALVIS 

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