¡ALERTA!
Se avecinan nuevos vientos de fraude electoral en este “país de cafres” como alguna vez lo adujo el perecido maestro, Darío Echandía, para que el supremo enemigo de las élites que mal comandan esta patria (¿o “narcocracia”?) llamada Colombia no llegue por nada del mundo al poder en 2022; es decir, “El Aureliano”; “El cacas”; “El castrista”; “El chavista”; ¡ja!, ¡qué va!, “¡El castrochavista!” como lo denomina el encolerizado séquito de loras mojadas del uribismo en alusión a la inanimada tesis -a manera de chistecito de vago- de “Don Varito”; “El comunista ateo”; “El “bandi” de las chuspas” (¡jajaja!); en suma, “El mamerto, Petro” porque… de tanto adjetivo que le han colocado al “cazador de mochuelos, en tiempos de guerrillero, en los montes de María”, de entrada, parece ser el ahora nuevo seudónimo que le descargarán las bodeguitas del centro ¿”democrático”…?
El gobierno del neouribismo en cabeza del fantasmagórico “presidente eterno”, Uribe, pero con títere a bordo ¿cómo es que se llama…? ¿”Ibam”… “¡y sus bam, bam!”?, se ha dedicado, en cuerpo y alma, a cooptar cuanto organismo de control se le ha colocado en frente como… (dejémoslo de ese tamaño) para maniobrar a su antojo los asuntos de Estado: la fiscalía de Francisco “Narciso” Barbosa (y de Uribe); la procuraduría de Margarita Cabello (y de Uribe); la contraloría de Felipe Córdoba (y de Uribe) y ahora la registraduría en cabeza de Uribe y de un señor que se apellida Vega quién muy fanfarronamente fue advirtiendo, a rienda suelta, que: “…quien crea que se le va a hacer fraude, ¡que no se presente!…”. Como quién dice: señor Petro, si cree que se le hará fraude, ¡no se presente! ¡¿Qué tal con las que nos viene a salir esta belleza de dizque registrador que nos mandamos, ah?! Otra razón más para pensar si ejerceré o no mi derecho al sufragio, porque en 2018 fue lo mismo y ganó el pelafustán que hoy tenemos mal presidiendo el poder ejecutivo. (¡Ah!: la Corte Constitucional de los ahora magistrados aliados del indiciado, Uribe, también entra al abanico de organismos que manejan a dedo, pero sin “ía”).
Para haber lanzado semejante desproporción es porque algo se trae entre manos en conjunto con el kindergarten (entiéndase “partido de gobierno”) propiedad del ahora “inmolado”, Álvaro Uribe, para que el candidato uribista que está entre “La monja voladora” (Valencia), “La azucarera” (Cabal) y “Drácula”, Zuluaga, obtenga, como por arte de magia, el triunfo que reconfirme este infernal continuismo en el que está abstraído el país. Y ni modos de pensar en algo así como… “Señora Paloma: si cree que se le hará fraude, ¡no se presente!”; “señora María Fernanda: si cree que se le hará fraude, ¡no se presente!” o “señor Óscar Iván: si cree que se le hará fraude, ¡no se presente!”. Al fin de cuentas, uno de los tres candidatos mencionados que quede electo como candidato único del “Centro Democrático” a la presidencia de la República tendrá asegurada su llegada a la segunda vuelta y al triunfo, ¡claro que sí!, cueste lo que cueste, a menos que algo extraordinario ocurra. (¡Zurriagazo!: ¡salió vencedor de la consulta interna el Zuluaga!).
Ahora es “Zurriaga” (¡o la Z del Zorro!) quién, de nuevo, posando, a manera de modelito estilo carátula para los 14 cañonazos bailables, como el impertérrito candidato de Uribe, por segunda vez, entra al abanico de los candidatos presidenciales que se alistan para enfrentar la contienda electoral, pero antes de ello los debates presidenciales que se vendrán para conocer las propuestas de cada uno de los aspirantes al cargo de presidente hoy vacante (así haya un desconocido con dicha ínfula) de esta actual Empresa Unipersonal (E.U.) llamada Colombia. Ya me lo imagino: ¡prometo no aparecer en vídeos torpedeando la campaña rival! (Oiga, hacker, invéntese que Petro…) ¡Prometo no aparecer en fotografías alzando las manos de una líder paramilitar! ¡Prometo reestablecer las horas extras para nuestros trabajadores lo que, en conjunto con el presidente Uribe, suprimimos por obvias razones y que no puedo contar “porque me pica la pulga”! ¡Prometo recomponer los tres huevitos de oro de mi presidente Uribe y que Santos reventó… “para comérselos pericos”! etcétera, etcétera y etcétera. A tenor de lo anterior, una larga fila de “prometo”, “prometo” y “prometo“ que da para que prorrumpa, con lapsus mental incluido, que “voy a prometerme no ser presidente”. ¡Milagro donde lo diga!
A hoy, la presidencia de Colombia está entre el candidato de Álvaro Zuluaga -perdón, Uribe-, y el candidato del pueblo, Gustavo Petro. No hay otro candidato que pueda sumarse al ring; tal vez Jorge Enrique Robledo si le sale humo blanco de su cabello blanco de acuerdo al conclave que convocó la “Coalición de la Esperanza” para elegir su candidato, ¡pero por supuesto!; el tal sanguinario “Fico” Gutiérrez que, sin duda, es el otro candidato de Uribe, pero “por debajo de cuerda” o la entelequia “de centro” Alejandro Gaviria.
Con la candidatura de Zuluaga a bordo, esto se puso color de hormiga por no decir que huele a fraude. ¡Alerta!
Coletilla 1. A los ahora denominados “Fabulosos Cadillacs” de la política nacional “Kike” Peñalosa, “El encachuchado” Char, “Fico” (¿o “fiasco”?) Gutiérrez y “Juanca Echeverry (ósea, weon… ¡mariquis!), les dio ahora dizque por montar la razón social “Coalición de la Experiencia”. Señores, ¿y cuáles son sus experiencias…? Coletilla 2. ¡¿Alguien sabe dónde carajos está la ex MinTic, Karen Abudinen?!
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