ADIÓS, ADIÓS, NOTICIAS UNO
La independencia periodística no
puede verse truncada por decisiones de tan pésima magnitud como la emitida por
los directivos del nuevo Canal Uno (con intromisión extranjera incluida)
-y que, con todo el respeto que se merecen, canal televisivo que no tiene nada
de nuevo y, mucho menos, de renovado-, para apartar de su parrilla de
programación, a partir del próximo año, la franja informativa con Noticias
Uno a la cabeza los fines de semana y días festivos en los horarios del
medio día y las ocho de la noche, respectivamente.
Los mensajes de solidaridad de
los internautas para con el mejor noticiario del país no se hicieron esperar a
través de unas convulsionadas redes sociales que se han prestado para absolutamente
todo, desde la desinformación o la mal información hasta en la politiquería
barata en defensa de unos cuántos personajes políticos que, ya sabemos quiénes
son, y no vale la pena traerlos a colación. Y, cuando se exclama lo de mejor programa
de noticias es, porque, recopilando los premios de periodismo otorgados al
mismo fue: “…ganador de India Catalina a Mejor Programa Periodístico en 2006
y Mejor Noticiero de 2010 a 2016, 2018 y 2019…”. (Ver Twitter:
@NoticiasUno).
Simplemente espectacular y,
sin querer entrar en equiparaciones ofensivas, ni los noticiarios de los medios
privados del país, en tiempo presente, han tenido dichas congratulaciones.
La Red Independiente (y
no se entrecomilla porque dicho eslogan encaja perfectamente con su línea
editorial) -y, como hasta ahora se conoce-, se ha caracterizado por su
periodismo investigativo profesional y sus serias denuncias con relación a los aspectos
políticos, del presente siglo, y la corrupción sistémica de nunca acabar y que
tanto a aquejado a la sociedad colombiana; un aguerrido cuerpo de periodistas cuyas labores y sus personas han sido víctimas de ataques y persecuciones y, por
sobre todas las cosas, la develación de una única verdad, duélale a quién le
duela: ver, como Estado y corrupción, se han asociado en cuerpo y forma en
la conjunción de un solo y unitario proyecto político para quebrantar a un país
que, antes ha aguantado las trapisondas de tanto pillo de cuello blanco, pululante
por ahí.
Ni defiende el malgastado
espectro político de la derecha, ni el malgastado espectro político de la
izquierda ni mucho menos a las FARC como pasionalmente se lo endilgan
sin razón. Denuncia por igual: denuncia irregularidades; denuncia a los
partidos políticos y a sus candidatos aspirantes a cualquier cargo de elección
popular, sus nexos con políticos gamonales y grupos paramilitares asentados en
varios territorios del País; denuncia instituciones estatales o, en su momento,
la entrada de dineros de Odebrecht a la campaña reeleccionista de 2014
de Santos o regímenes presidenciales como el de Uribe en la otrora
época del excelentísimo columnista de investigación Daniel Coronell cuando
fue su director y cuya recompensa fue un forzoso exilio. Coloquialmente
hablando, Noticias Uno, le ha pisado los talones no
solamente a un solapado Estado sino a los más poderosos personajes de la vida
nacional; fíjese, no más, el caso de esa corruptora brasileña nombrada en
párrafo anterior y el dueño de Colombia, Luis Carlos Sarmiento Angulo; o
el acontecimiento del tétrico y tan célebre mal habido Fiscal Martínez y
el preciso adjetivo de “Cianuro” que no le cayó nada mal. (Sabrán
los lectores a que caso en concreto me estoy refiriendo).
Otras versiones de su salida
al aire apuntan a su sostenimiento fiscal o, por si fuese poco, a la falta de
pauta publicitaria “como la que le otorgaba el gobierno Santos” según
versiones de varios voceros no adeptos a este informativo (lógicamente, uribistas
por convicción).
Tal vez, dicha decisión netamente
empresarial tenga un tinte político de fondo pues, es de recordar las
pendencias que el actual Senador Uribe ha sostenido desde siempre con Noticias
Uno y sus directores, primero con Coronell y ahora, con la actual
directora del medio la también distinguida periodista Cecilia Orozco Tascón.
Basta recordar la frase en plena campaña de Duque cuando el mismo Uribe
adujo: “…un Gobierno de Iván Duque manejará con transparencia las concesiones
de televisión…”.
Saquen ustedes sus propias
conclusiones.
Por ahora, y entendiéndose como
una clara contravención a lo estipulado en el Art. 20 de la Carta Política de
1991, será conformarnos con los restos, es decir, con las últimas emisiones del
mejor informativo nacional y despedirnos, en 2020, con un amargo Adiós
Noticias Uno.
Lamentable.
Coletilla. Va y pase
que hubiese sido por una pregunta de un periodista del informativo al estilo de
la realizada por Yamid Amat cuando indagó ”… ¿Ustedes prefieren la
guerra, como propone el expresidente Uribe o la paz, como propone Patricia
Linares?...”, pero: ¿por sostenimiento fiscal?... Duda, bendita
duda, como el verso vallenato de Otto Serge.
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