REMEMBRANZAS VILLAZONISTAS
Desde 1984, Villazón comenzó a redactar su propia historieta musical vallenata de “vieja guardia” cuando, de la mano de la otrora, Philips, logró consumar su primer trabajo musical (“El arco iris”), en compañía de su primer compañero de fórmula: el acordeonero, Alfredo Enrique “Fello” Gámez Fuentes.
La estirpe de “La voz tenor del vallenato”, Iván Francisco Villazón
Aponte, (25 de octubre de 1959), no necesita carta de presentación: hijo de los
dignísimos caribeños, la noble dama, Clara Elisa Aponte López, y el hombre
político, Crispín Villazón de Armas, quien, adscrito desde sus “tiempos mozos” al
otrora Partido Liberal Colombiano, destacó, entre otras actividades de Estado,
por ser uno de los artífices de la creación del departamento del Cesar cuya
realidad se vislumbró en pleno a partir de la expedición de la Ley 25 de 1967 promulgada
en el gobierno del asimismo Liberal, Carlos Lleras Restrepo, (1966-1970); aunque
si se trata, también, de conocer en detalle acerca de la vida y obra del
portentoso padre del magnánimo cantautor, Villazón, invito, de antemano, a la
lectura de la sesuda paráfrasis: “Crispín Villazón de Armas, el hombre que
soñó el Cesar”, escrita
por Sergio Araújo Castro. (El Tiempo, 7.VI.2015).
Así pues, entre política y acordeones, creció el sobrino del asimismo
hombre político, José Antonio Murgas Aponte; el cónyuge de Aida Mercedes García,
(“mi amor, mi estrella”, bien como le exclama en el tema de 2008, “Eres todo”,
de la autoría de Jorge Valbuena), y el padre de Crispín Enrique, Iván David y
Daniel Camilo. (“¡Mis hijos!”, bien como reza él, además, en aquel tema); el
cultor, por excelencia, (hasta ganándole el pulso a Carlos Vives, afamado por
sus gloriosos cánticos en honor a Escalona y sus populares “Clásicos de la
Provincia”) de ese rotulado, “Vallenato ‘Cachaco’”, por entre las esquelas adscritas
en las historietas musicales vallenatas de la “vieja guardia”; el también conocido
con el seudónimo de “La joven voz tenor del vallenato” cuyos éxitos musicales: “Un
solo intento” (Omar Geles); “Un nuevo amor” (Enrique “Curry” Carrascal); “El
desafío” (Martín Madera); “El payaso de la esquina” (Iván Ovalle); “La mentira
tuya” (Omar Geles); “Recuerdos de Alicia” (Duque Palomino) y “Te enamoraré”
(Luis Egurrola), que, inmersos en compilados musicales -casi inéditos-, que
reposan en mi discoteca personal titulados “Vallenatos 2002-2003” y “Con
sentimiento vallenato”, imperaron, con suma fuerza, en aquella Bogotá de los
dos mil bajo la égida de su “Vallenato Mayor”: suavecito, romántico, bonito, “rompecorazones”,
-si se me permite el término-, y, adicional, preservando lo más autóctono y
sublime del folclor.
En suma: “El político” o “El doctor del vallenato”. O, en extremo, “El
jurisconsulto del vallenato”, pues, decidió declinar de sus estudios de
abogacía para entrometerse, de lleno, en ese mundo de acordeones y cánticos
vallenatos. Y no se equivocó luego ya son cuarenta años de carrera artística “dirimiendo
pleitos” no al interior de los convencionales estrados judiciales sino en
escena.
Las coplas al son de Villazón en conjunto con “Fello”, “El pangue”, “El
chiche”, “El cocha” y “Beto” Villa
Por consiguiente, a manera de componendas jurídicas, desde 1984, Villazón
comenzó a redactar su propia historieta musical vallenata de “vieja guardia”
cuando, de la mano de la otrora, Philips, logró consumar su primer trabajo
musical (“El arco iris”), en compañía de su primer compañero de fórmula: el
acordeonero, Alfredo Enrique “Fello” Gámez Fuentes. Así pues, la composición, “El
arco iris”, propiedad de Escalona, que, lógicamente, incluida en la producción,
a modo de paseo, está custodiada por las proverbiales “Pesares” (Alejandro
“Alejo” Durán) y “El ramillete” (Abel Antonio Villa).
Ascendió un escalón más en 1985 al esbozar el LP “Una voz, un rey”
(Discos Perla) con el acordeón del “Rey” vallenato (1984), Orangel “El Pangue”
Maestre. “Mella condolete” (Hernando Marín) y la principalísima de todas, -la
mayestática puya de la autoría de “Alejo” Durán, “Pedazo de acordeón”-, son la
esencia de este trabajo musical, sin obviar, desde luego, los paseos vallenatos
“Sufrido corazón” (Jorge Alberto Calderón) y “Por un amor” (I. Ovalle).
Y llegamos a la época de “Los virtuosos” cuando, entre 1986 y 1987, al
lado del “Rey” aficionado (1975), Raúl “El chiche” Martínez, publicita de la
mano de la antigua, CBS, los sendos proyectos discográficos, “Los virtuosos” –
“Vamo’ amanece’”, (1986), donde, en primera instancia, tuvo cabida la
composición de Rosendo Romero, “El amor es un cultivo”, (ganadora del primer
lugar del Festival Nacional de Compositores de San Juan del Cesar (La Guajira),
1985) y, luego, la instauración en el cancionero principal del álbum de “Las
penas mías” (Marciano Martínez); “Sufrir de nuevo” (I. Ovalle); “Matica de
toronjil” (Cesar Castro) y “Quiero amanece’” (Raúl Saladem); y, “Los virtuosos
(Vol. 2)”, (1987), donde aparecen las melodías “Recuérdame” (Gustavo Gutiérrez
Cabello), “Yo tenía un amigo” (Rafael Manjarrez) y “Todo pasa” (I. Ovalle).
Hasta participaron de la histórica colección, “Fiesta vallenata”, con
las canciones “El culebrero” (Julio Oñate) y “Gallito Ramírez” (Fernando
Garavito) (Vol. 12, CBS, 1986); “La suerte mía” (I. Ovalle) y “La revancha”
(Jacinto Leonardy Vega) (Vol. 13, CBS, 1987); y, “¿Qué puede hacer?”, (R.
Manjarrez), y, “Solo tuyo”, (Luis Durán Escorcia) (Vol. 14, CBS, 1988).
Pero si de “uniones perfectas” se trata, recuérdese la entablada con el
“Rey” aficionado (1982) y “Rey de reyes”, (1990 y 1997, respectivamente),
Gonzalo Arturo “El cocha” Molina, de cuya asociación -bendecida por la CBS-, se
desprendieron los LP “Por ti Valledupar” (1988), “Enamorado de ella” (1989) y
“El amor canta vallenato”, publicitado en 1990. (Lustro en el que, valga
acotar, “El cocha” se corona por primera vez “Rey” vallenato).
“Por ti Valledupar” en cuyo LP se enmarca un pedacito de la estrofa de
la canción de la autoría de Gustavo Gutiérrez en honor a la “Capital mundial
del vallenato”: “Yo que puedo hacer; por ti Valledupar; ternura de amor;
palabra hecha canción; por ti…”, de igual manera incluye las canciones “Que
siga la fiesta” (José Alfonso “Chiche” Maestre) más la canción ganadora del
Festival del Sinú (1987), “Por estar contigo” (I. Ovalle).
En “Enamorado de ella”, se enlistan las principales “Querer a alguien”
(“Chiche” Maestre); “Mis condiciones” (G. Gutiérrez); “Así es mi vida” (I.
Ovalle) y “Me acostumbré a ti” (Marcos Díaz), mientras que, en “El amor canta
vallenato”, -título propiedad del Dr. Hernán Urbina Joiro-, apertura la década
de 1990 con las canciones “Mi novia querida” (G. Gutiérrez); “Quien va a ser mi
vida” (“Chiche” Maestre); “Yo si pude adorarte” (Efrén Calderón) y a modo de
homenaje a “Alejo” Durán la composición “Vola’ Pajarito”.
De igual modo, participaron de los volúmenes 15 (CBS, 1989) y 16 (CBS,
1990) de “Fiesta vallenata” con la interpretación de las canciones “La casa en
el aire” (Rafael Escalona) y “La verdad de mi mentira” (M. Martínez).
Antes de concretar una segunda “Unión perfecta”, esta vez, en conjunto
con el acordeonero, Franco Argüelles, -quien lo acompañaría por su itinerario
musical entre 1993 a 1998-, en 1991, junto al “Rey” aficionado (1974) y “Rey” vallenato,
(1988), Alberto “Beto” Villa, publicita el álbum, “La compañía”, (CBS), donde
figuran las recordadas “El niño bonito” (Onaldo Álvarez) y “La fuerza del amor”
(I. Ovalle).
Era Villazón / Argüelles
Aquella segunda “Unión perfecta” que, entre 1993 a 1995, contó con el
apoyo de la destacada casa discográfica, Costeño / Codiscos, inició actividades
artísticas con el lanzamiento de “Mar de lágrimas”, (1993), sobresaliendo las
tonadas “Quereme” (Juan Humberto “Juancho” Rois) y “Cuando hablo de tí” (I.
Ovalle). Y otras de renombre tales como: “Noticias” (Efraín Barliza) y
“Decídete” (Fabián Corrales), publicadas en 1994, y, “Así me pasó contigo”, (I.
Ovalle), y, “El detallista”, (F. Corrales), integradas en “Sin límite” (1995).
Ya, entre 1996 a 1998, Ariola / BMG publicita los álbumes “Entrégate”
(96), “Tiempo de vallenato” (97) y “Detalles” (98) que, entre las tres
producciones, en total, resulta un buen puñado de canciones, aún recordables,
encabezadas “No te ruego más” (J. Valbuena); “Entrégate” (F. Corrales); “Los
tres hermanos” (Tobías Alfonso Pumarejo); “El amor de tu vida” (L. Egurrola);
“Eres distinta” (J. Valbuena); “90-60-90” (Juan Manuel Pérez) y “Ventana de mis
sentimientos” (G. Gutiérrez); con ínfulas, las anteriormente retratadas, de
complementar un futuro compilado antológico de vallenatos.
Inclusive, hicieron parte del prácticamente relegado, “Concierto
vallenato”, en su cuarta edición (1993) publicada por Costeño / Codiscos con
las canciones “El jabillo” (Luis Cujía Álvarez) y “Lo que tu me quieras da’ (F.
Argüelles).
Era Villazón / Lallemand
El “Rey” vallenato, (1998), Saul Lallemand, se convirtió en su nuevo
compañero de fórmula, para, primero, cerrar con “broche de oro”, el siglo XX
musical, y, desde luego, consumar, en todo su esplendor, una nueva “Unión
perfecta” como en efecto sucedió; comenzando por la inauguración de los
sabrosos mosaicos “Zon”.
Así las cosas, 1999 fue el año de “El mundo está al revés” (Valdupari /
Universal Music) cuyo título elaborado por José Jayk Acendra fue el título
principal en conjunto con la romántica, “Solo me importas tu”, (José Luis Daza),
y el primer “Mosaico Zon” complementado por “Tamborito de carnaval” (Eliseo
Herrera Junco), “Cunde, cunde” (Félix Butrón) y “La perra” (“Alejo” Durán).
La presente centuria es inaugurada con “Amores” (Sonolux / Valdupari,
2000) en donde se incluyen los carnavalitos, “Tengo un dolor”, (“Alejo Durán),
y “El pechiche” (Camilo Namen Rapalino), las románticas “No me pidas que te
olvide” (Wilfran Castillo) y “Perdóname” (Alberto “Tico” Mercado), más el
“Mosaico Zon II” compuesto por las composiciones del fenecido maestro, Calixto
Ochoa, “El amigo Chan” y “Dorotea que será de mí” y la de “El rey de la
guaracha”, Aníbal Velásquez, “Está pitando el carnaval”.
Y si en Bogotá asimismo imperaron ciertos temas de “Amores”, se traen a
colación -aparte de los temas referidos al inicio de la presente retrospectiva
musical “Villazonista”-, “Compréndeme” (W. Castillo) (“Póngale la firma”,
Valdupari / Universal Music, 2001); “Arroyito de mi infancia” (G. Gutiérrez) y
“Si, si, si” (Juancho Polo Valencia), agregados al cancionero de “El desafío”
(Valdupari, 2002), definido por el propio Villazón así: “Un desafío a los
tiempos modernos con la misma esencia que llevo desde niño. Un desafío a la
música y a la evolución de la forma más clásica del vallenato. Un desafío a mi
mismo y a la historia sagrada de mis antepasados”; “Te tengo en la mira”
(F. Corrales), “Dios tarda, pero nunca olvida” (Alejandro Sarmiento) y “Cuanto
me amas tu” (I. Ovalle) (“El gallo fino”, Valdupari, 2003); “Cuando quieras
quiero” (Felipe Peláez) y “Nunca dudes de mí” (O. Geles) (“El poder del amor”,
Valdupari, 2004); “Quien más te quiere” (F. Pelaéz); “La chupa dedo” (M.
Martínez) y “Cambia por favor” (Álvaro Vence) (“El sueño de mi vida”, Valdupari
/ Universal Music, 2005) y “El hombre de tu vida” (F. Peláez), “Las dos”
(Reinaldo Díaz) (ganadora del primer lugar del Festival Nacional de
Compositores de San Juan del Cesar (La Guajira), 2005) y “Lleno de sentimiento,
escrita por su hijo, Iván David, (y
cantada a dúo con él); las anteriores, con espacio especial en el álbum “El
aviador” (Universal Music, 2006).
Otra “Unión perfecta” con… “¡Los Ivanes!”
Villazón e Iván Zuleta destacaron por las producciones realizadas en
asocio con Global Entertainment Music / Valdupari “Pa que te enamores” (2008) y
“Dando lidia” (2010). Por consiguiente, la primera producción destacó por los
temas “Tu olvido” (W. Castillo), “Por mí es que te mueres” (O. Geles) y “Eres
todo” (J. Valbuena) mientras que la segunda por las canciones “La lidia” (John
González), “La persona de mi vida” (W. Castillo) y “El guardián de tus
sentimientos” (Romualdo Brito).
Segunda era Villazón / Lallemand
Este nuevo periplo se caracteriza por el lanzamiento bajo la égida de
Valdupari de las canciones “En señal de victoria” (F. Corrales) y “La María
Namen” (Oswaldo Castro) (2012), “El camino de mi existencia” (Juan Segundo
Lagos) y “La yuca y la tajá” (R. Brito) (2014) y “El trueno” (2018) de Jaime
Fragozo.
***
La anterior historia musical que se ha retratado, aquí, en honor a Iván
Francisco Villazón Aponte, nos permite concluir que los organizadores del 57º
Festival de la Leyenda Vallenata -con inauguración a bordo, ya, a la vuelta de
la esquina (30 de abril)-, no se equivocaron al querer homenajearlo por lo
grande: es que, cuarenta años de carrera artística, no se improvisan. Y si
quieren un homenaje más imperial, permítanle que, a viva voz, inaugure el
magnánimo evento vallenato con la tonada “Alma felices” (1995) la cual reza en
su estrofa principal: “Sólo es un homenaje a nuestros juglares que nunca se
los llevará el viento… Dicen que allá arriba cerca a Manaure; en un paraje que
le llaman “La Tomita”; se escuchan cuentos, se escuchan cantos; se oyen
parranda con guitarra y mucha risa; y cuenta la gente que son espantos; y que
son almas que habitan en la sabana; que son felices en sus encantos y que
mantienen la alegría de la montaña: dicen que los versos son los versos de
Emiliano; dicen que los cantos son los cantos de Escalona; dicen que los versos
son los versos de Emiliano; dicen que los cantos son los cantos de
Escalona…”.
P.S. (1). Guardián plenipotenciario del vallenato tradicional bajo
sus tributos: “Juglares legendarios” (Valdupari / Universal Music, 2001) en
honor a “Alejo” Durán y Luis Enrique Martínez; “Festivaleando” (Valdupari,
2003); “El vallenato mayor” (Global Entertaiment Music / Valdupari, 2009) con
José María “Chema” Ramos en el acordeón (“Rey” vallenato, 1977) y “El rey del
Valle – homenaje a Nicolás Elías “Colacho” Mendoza” (Valdupari, 2016).
P.S. (2). Aparte de “Apagando focos” (2024), se destacan sus producciones
“De Luisiana a Valledupar” (Valdupari, 2023) y “Un ser extraño” (Valdupari, 2022),
más sus interpretaciones en solitario de las canciones “Aires de navidad” (en
conjunto con el fenecido acordeonero, Víctor “Rey” Reyes, 2021) y “Que se
acaben los chismosos” (Rolando Ochoa y “La zona ocho”, 2021); “Una loca
humanidad” (con Iván Ovalle y Manuel Julián Martínez, 2020); “Mosaico Zon V”
(en conjunto con S. Lallemand, 2019); “Que la olvide” (a dúo con Elder Dayán
Díaz, 2019) y “Solo para tí” (Raíces, 2018).
Nicolás Fernando Ceballos Galvis
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