"LA CACICA" ¡VIVE!
In
memoriam de Consuelo Inés Araújo Noguera (Valledupar, Cesar, Colombia, 1 de
agosto de 1940; La Nevadita, Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, 29 de
septiembre de 2001).
No puede dejarse de lado el alma de cronista que
poseía “La cacica” al describir con lujo de detalles los pormenores de la
premiación de “Gabo” al recibir en Estocolmo, Suecia, el Nobel de Literatura,
en 1982.
Es
lamentable tener que decirlo, pero, gústenos o no, es la triste realidad: bien
es sabido que en Colombia han pululado los terroristas desde tiempos
inmemoriales, por citar: aquellos que procrearon desde las más altas esferas
del poder la denominada violencia política entre liberales y conservadores; aquellos
que, hace 31 años, sitiaron de bombas a Bogotá, todo, gracias al
narcoterrorismo desmesurado perpetrado por Pablo Escobar; aquellos que por
intermedio de ráfagas de fusil y motosierras encandiladas amontonaron a un gran
número de coterráneos, a modo de cadáveres, por todo el ancho mar de veredas y
corregimientos que hacen parte de esta patria herida colombiana que antes a
sobrevivido sobre todo lo que recae en ella o aquellos que en procreación de una
de sus tantas atrocidades se les dio la gana de despedazar Mitú (1998) o, dizque,
“por equivocación”, así, de buenas a primeras, un 29 de septiembre de 2001 le
fueron quitando la vida a “La cacica” (y, de paso, media vida al folclor
vallenato) luego de que el Frente 59 de las FARC-EP comandado por alias, “Simón
Trinidad”, la secuestrara el 24 de septiembre e, inmisericordemente, decidiera __dispénsenme
el término__ coger a balazos a la digna persona de Consuelo Inés Araújo
Noguera. ¿Con qué derecho? ¿Cree la excomandante del Frente 41 de las Farc en
el Cesar, Solís Almeida, que con haber dicho que los exguerrilleros “no tenían
ni siquiera la noción de qué era lo que estaban haciendo, del error tan grande
que habían cometido” ya están liberados de toda culpa? ¿Por qué, señores de las
FARC, mataron a Consuelo Inés si era tan buena muchacha? ¿Por qué, ah?
***
“La
cacica”, Consuelo Inés Araújo Noguera, (o Araujonoguera), hija de Santander
Araújo Maestre y Blanca Noguera Cotes, fue la impulsadora, en todo su
esplendor, de la cultura de la música vallenata al punto de idear la creación
de un festival que exaltara lo más sublime del folclor. Entonces, fue así como,
en 1968, en conjunto con el afamado compositor, Rafael Calixto Escalona
Martínez, le es presentada la propuesta al entonces gobernador del recién
creado departamento del Cesar (Ley 25 de 1967), Dr. Alfonso López Michelsen, __a
la postre, posterior presidente de la República para el cuatrienio 1974-1978__,
quien, de inmediato, le dio el visto bueno a la iniciativa a efecto de
instaurar, en ese mismo lustro, el primer Festival de la Leyenda Vallenata donde,
valga recordarse, se coronó como primer “Rey del Festival” a “El negro Durán”;
o, a “Alejo el grande”; o, a “Alejo el hombre”; o, simplemente, a “El viejo
Alejo”: el maestro nacido en El Paso, Gilberto Alejandro “Alejo” Durán Díaz,
(1919 – 1989).
Bautizada
en 1969 con el seudónimo de “La cacica” por su colega, el fenecido periodista
oriundo del municipio de Neira (Caldas), Hernando Giraldo, (1928 – 2013), es
válido agregar que en ese mismo año Nicolás Elías “Colacho” Mendoza Daza se
coronó “Rey vallenato” en la segunda versión del Festival agregando a los
asimismo triunfantes Emiliano Zuleta Díaz en la categoría “Aficionado” y al
excelso compositor, Gustavo Gutiérrez Cabello, en la presentación de la
“Canción inédita” “Rumores de viejas voces”.
Asimismo,
“La cacica” tuvo la posibilidad de tener acceso al denominado círculo de
intelectuales bajo el dominio, “Grupo de Barranquilla”, al que pertenecieron
personalidades de la talla de Gabriel García Márquez, “Gabo”; Álvaro Cepeda
Samudio; Cecilia Porras; y hasta, en ocasiones, poder contar con la frecuente presencia
de Rafael Escalona.
A
su loable gestión cultural se sumó su destreza en el periodismo y la escritura:
aparte de su espacio de opinión, “La carta vallenata”, publicitada por un lapso
de 22 años a través del prestigioso diario nacional, “El espectador”, y la
dirección del programa radial, “La cacica comenta”, emitido por la afamada,
“Radio Guatapurí”, de Valledupar, entre 1983 a 1989, se trae a colación su obra
cumbre “Vallenatología, origen y fundamentos de la música vallenata”. (Bogotá,
Ed. Tercer Mundo, 1973); recogiéndose sobre el mismo el siguiente comentario
por parte de su hijo, Rodolfo Molina Araujo, actual presidente de la Fundación
Festival de la Leyenda Vallenata:
“…Consuelo Araujonoguera no solo abanderó el
nacimiento en 1968 del Festival de la Leyenda Vallenata, sino que dejó para la
historia su gran tesis sobre la historia del folclor vallenato recogida en el
propio terreno. Pasados muchos años sigue teniendo la más grande validez, para
continuar con el trabajo de su conservación y divulgación…”. (Molina, 2017)[1].
De
igual modo, no puede dejarse de lado sus otros tres afamados textos que se
reproducen a continuación:
·
“Lexicón del
Valle de Upar: voces, modismos, giros, interjecciones, locuciones, dichos,
refranes y coplas del habla popular vallenata” (Bogotá, Instituto Caro y Cuero,
1994) en cuya descripción se inscribe lo siguiente:
“…Esta obra deriva del estudio de recoger el
vocabulario del habla vallenata de la región del Valle de Upar y de indagar
cómo se ha preservado pese a la acción de las inevitables influencias
lingüísticas exógenas. De esta manera, la publicación se traza el objetivo de
mostrar la libertad que las palabras y su valioso poder le han concedido a esta
región para su propio desarrollo cultural. El léxico aquí presentado no es más
que la apropiación única del idioma español por los habitantes de este
territorio geográfico. En sus páginas, el lector podrá consultar modismos,
giros, dichos, refranes y coplas del habla popular vallenata, un importante
corpus lingüístico a través del cual podrá dimensionar la riqueza cultural que
resguarda incluso su eufonía, sonoridad y gracia…”. (Banrepcultural, s.f.)[2].
·
“Escalona, el
hombre y el mito” (Bogotá, Planeta Colombiana Ed., 1998) detallado de la
siguiente manera:
“…En este libro, Araujo presenta una biografía
de Rafael Escalona en sus dos dimensiones: una como uno de los músicos más
representativos e importantes del Vallenato, y otra, como su gran amigo. La
autora pretende que el lector comprenda a Escalona caracterizándolo más como el
humano detrás del mito. Describe sus características, personalidad, secretos y
sentimientos, para así lograr que quien lea el texto logre acercarse al artista
de carne y hueso…”. (Banrepcultural, s.f.)[3].
·
Y, “Trilogía
vallenata, homenaje a Consuelo Araujonoguera”, (Bogotá, Ministerio de Cultura,
2002), a manera de recopilatorio de los tres grandes textos anteriormente
dilucidados.
Precursora
del prácticamente relegado género literario epistolar si se tiene en cuenta sus
muy bien elaborados y sentidos manuscritos personales dirigidos hacia celebridades
como Luis Joaquín Mendoza Sierra en aprobación de su bellísimo pasaje sobre la
vida de Diomedes Díaz rotulado “Un muchacho llamado Diomedes” (1997) y Juan
Rincón Vanegas, “Rincrónica”, tal como se puede probar en la reciente
publicación de su autoría para PanoramaCultural.com.co titulada “Aquella hermosa carta de Consuelo
Araujonoguera para un periodista”
(2024)[4], no
puede dejarse de lado el alma de cronista que poseía “La cacica” al describir
con lujo de detalles los pormenores de la premiación de “Gabo” al recibir en
Estocolmo, Suecia, el Nobel de Literatura, en 1982, bajo cánticos vallenatos
emanados de Los Hermanos Zuleta quienes, a propósito, en 1983, lanzaron al
mercado el título “El vallenato Nobel” de la autoría de Rafael Escalona y el
cual reza en una de sus estrofas:
***
“…Gabo
me ha invitado a su fiesta.
Y
esto es para mí un gran honor. (Bis).
¡Fui
con Los Hermanos Zuleta.
Pa’
que el rey oyera acordeón!...”. (Bis).
***
En
el artículo de prensa “Así fue la rumba de García Márquez en
Estocolmo, tras premio Nobel”
(2014)[5]
escrito por Gloria Triana para el diario El País de Cali se subraya la
siguiente reminiscencia del momento, según lo relatado por Araújo Noguera:
“…Cuando las notas de Emilianito y la voz
prodigiosa de Poncho comenzaron a cantar, cuando en un rapto de emoción Poncho
me pasó el micrófono para que le ayudara en el coro, vi detrás de mis propias
lágrimas, a Tachia Quintana —una vasca amiga de los García Barcha— con la cara
entre sus manos, presa de un llanto compulsivo. Después ella misma me dijo que
cuando sonó el primer acorde casi grita, porque estaba pensando en ese paseo
que García Márquez le enseñó hacía más de 20 años en París, cuando no tenían
calefacción ni mucha comida…". (Araújo, 1983).
Y
finaliza:
“…Fue algo apoteósico, delirante, mágico. Los
aplausos que retumbaban en el salón hicieron que Emiliano y Pedro y Pablo
acometieran los compases de la ‘Patillalera’ que fue recibida con otra ovación
y con Gabo echado hacia bien atrás en su silla para poder mirar hacia donde
estábamos los descendientes de Francisco el Hombre rindiéndole a él el tributo
de nuestra admiración…”. (Araújo, 1983).
***
Incluso,
su presencia también estuvo ligada a la política ostentando el grado de cónsul
de Colombia en Sevilla, España, durante la presidencia de López Michelsen;
gerente de la lotería “La vallenata” en la gobernación de Lucas Gnecco Cerchar
(1992 – 1995); candidata a la gobernación del Cesar (1997) y entre lo único
rescatable del gobierno de Andrés Pastrana Arango (1998 – 2002) la designación
de este a “La cacica” en el grado de ministra de cultura en el año 2000 hasta
marzo de 2001 luego de que su segundo esposo, Edgardo Maya Villazón, fuese
nombrado Procurador General de la Nación.
***
Es
una lástima que en estos tiempos de convulsión política Colombia no cuente con
su figura imperial: no solo para que estuviese invocando su gesta cultural sino
de paz, trayendo a colación cancioneros de la talla de “Canto al amor”, (“2000”,
1998), del Binomio de Oro de América, __en la voz de Jorge Celedón y
Jean Carlos Centeno__, animándonos a entonar, a viva voz:
“…¡Ae!
¡Ae! Violencia no quiero más.
Quiero
ver a todo el mundo.
Con
paz y con libertad…”.
“…¡Ae!
¡Ae! Violencia no quiero más.
Quiero
ver que sean felices.
Jugando
en la navidad…”.
“…¡Ae!
¡Ae! ¡Violencia no quiero más!…”.
O,
en uso de la elegía, “Por qué somos así”, (“La combinación vallenata, 2001),
entonada por J. Centeno, Alex Manga y Ernesto Mendoza invitándonos a cantar su inicio:
“…Si
yo tuviera mil billones.
Me
compraría un millón de alas.
Para
instalarlas en los niños, por si una mina quiebra patas…”. (Jean Carlos Centeno).
“…Si
yo tuviera la solvencia.
Ayudaría
a un niño pobre.
invertiría
mi conciencia, y ayudaría a crecer un hombre…”. (Alex Manga)
“…Pero
el salario no me alcanza, y sólo tengo esta canción.
A
ver amigos, si le ablando.
Un
poquitico el corazón…”. (Ernesto
Mendoza).
“…¿Por
qué somos así, y malgastamos en un día.
Lo
que un niño desplazado en 100 años gastaría.
Soñando
con juguetes y alimentos.
¡Que
les devuelva por un instante el aliento!...”.
***
Quizás
las esté implorando desde la eternidad porque alguna vez Diomedes exclamó:
“…Adiós
Consuelo te fuiste del valle.
Y
a todo el mundo le dejas tu historia.
Que
Dios te tenga rodeada de ángeles.
Allá
en el cielo colmada de gloria…”.
Sin
embargo, “La cacica” ¡vive!
Nicolás
Fernando Ceballos Galvis
[1] Fundación Festival de la Leyenda
Vallenata. (2017). Libro ‘Vallenatología’, guía ideal para conocer sobre la
auténtica música vallenata. En: https://festivalvallenato.com/?p=2430. Consultado el 30 de septiembre de
2024.
[2] Banco de la República. Biblioteca
virtual. (s.f.). Lexicón del Valle de Upar: voces, modismos, giros,
interjecciones, locuciones, dichos, refranes y coplas del habla popular
vallenata. En: https://babel.banrepcultural.org/digital/collection/p17054coll10/id/3249/rec/2. Consultado el 30 de septiembre de
2024.
[3] Banco de la República. Biblioteca
virtual. (s.f.). Escalona: el hombre y el mito. En: https://babel.banrepcultural.org/digital/collection/p17054coll10/id/3332/rec/1. Consultado el 30 de septiembre de
2024.
[4] Rincón, J. (2024). Aquella hermosa
carta de Consuelo Araujonoguera para un periodista. En: https://panoramacultural.com.co/periodismo/10136/aquella-hermosa-carta-de-consuelo-araujonoguera-para-un-periodista. Consultado el 30 de septiembre de
2024.
[5] Triana, G. (2014). Así la rumba de García Márquez en Estocolmo, tras premio Nobel. En: https://web.archive.org/web/20140628234948/http://www.elpais.com.co/elpais/cultura/noticias/asi-fue-rumba-garcia-marquez-en-estocolmo-tras-premio-nobel. Consultado el 30 de septiembre de 2024.
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