PONCHO ZULETA: ¡73 AÑOS DE PURO VALLENATO!

Esta es la hora que los añorados Hermanos Zuleta no se han acabado. Todavía andan por ahí dando lidia musical con ínfulas de mandamases indestronables de la legendaria “Dinastía Zuleta” __cuya cofradía le aportó tanto a la vasta historia del folclor vallenato__, inmortalizando el recordable estribillo “¡y nos acabamos cuando a mí me corten la lengua y a mi hermano los dedos!” clamado hace ya, 42 años, por el psicodélico cantautor Tomás Alfonso “Poncho” Zuleta Díaz (Villanueva, La Guajira, Colombia, 18 de septiembre, 1949) a través del clásico de antaño escrito por su hermano, “Emilianito”, “Mi hermano y yo”, integrado en el álbum “Pa’ toda la vida” (CBS, 1980).

 

A través de los tiempos, “Poncho” Zuleta se ha ganado el rótulo de artista controversial: de su célebre frase “¡qué viva la tierra paramilitar!” a su evidente enamoramiento hacia la imagen y semejanza de su ídolo político, Álvaro Uribe, recuérdese, también, su exaltado acorralamiento, en plena presentación, para con la artista, Karen Lizarazo, o, el “¡se me volteó la arepa!” al insinuar su apoyo hacia el entonces candidato presidencial Gustavo Petro. Datos adicionales que, en síntesis, son imposibles de soslayar, aunque pese a tales detalles negativos tampoco se puede negar que, a través de los tiempos, también se ha ganado el rótulo de juglar vallenato por su aporte inconmensurable al folclor a través de su grandilocuente canto.

 

Su vida musical desarrollada en gran parte con su hermano __el excelso acordeonero, Emiliano Zuleta Díaz__ es larguísima tal como la del fallecido, Jorge Oñate, “El jilguero de América”, o la de Alfredo Gutiérrez, “El trirey” vallenato, precisamente porque estos tres artistas comenzaron sus carreras musicales por allá en los años sesenta del siglo pasado.

 

Así las cosas, Zuleta inició su andar artístico en 1969 cuando participó en la producción de Discos Perla titulada “Cuando el tigre está en la cueva” junto al también fenecido pero excelso acordeonero Nicolás “Colacho” Mendoza.

 

Ya en los años setenta expuso un cántico vallenato más ameno: por ejemplo, en 1974, presentó “Río crecido” (Julio Fontalvo) y el inolvidable clásico de su autoría “Mi salvación” __las anteriores del LP “Río crecido” (CBS)__; y, en 1976, “Bendito sea Dios” (Diomedes Díaz) insertada en la producción “Ídolos” (CBS) y “El tropezón” (Lady Anillo) asignada para el cancionero de “Los maestros” (CBS).

 

“La creciente del Cesar” (Rafael Escalona) y la bella “El cóndor legendario” (Alfonso Molina) añadidas al LP “El cóndor legendario” (CBS, 1977), son de grata recordación, así como los temas musicales “Río Badillo” (Octavio Daza); “La Virgen del Carmen” (Emiliano Zuleta); “Isabel Martínez” (Germán Serna) y las tradicionales “Tierra de cantores” (Carlos Huertas) y “La profecía” (Julio Oñate Martínez). Las anteriores, inmiscuidas en “Tierra de cantores” (CBS, 1978).

 

Con dos títulos más para el recuerdo como “Tanto que te canto” (Gustavo Gutiérrez Cabello) de “Dinastía y folclor” (CBS, 1979) __que, como dato adicional, contó con la participación de “El Viejo Mile”, Emiliano Zuleta Baquero, en calidad de acordeonista__ y “Luna Sanjuanera” (Roberto Calderón) de “Volumen 12” (CBS, 1979) cerró con tesón una década donde ya imperaban, por citar, Diomedes Díaz, “El Cacique de La Junta”; Rafael Orozco y “El Binomio de Oro”; Jorge Oñate; y, “Los Betos”.

 

Pero fue con la ya referida, “Mi hermano y yo”, que se estrenó en la década de los ochenta añadiendo, de igual manera, las reconocidas “El viejo Migue” (Adolfo Pacheco); “Así fue mi querer” (Gustavo Gutiérrez Cabello); y, el título del álbum, de 1980, “Pa’ toda la vida” (Roberto Calderón Cujía).

 

Y, entre composiciones para el recuerdo del gran Gustavo Gutiérrez sobresalen “Corazón martirizado” del LP “Volumen 15” (CBS, 1981) y “Aquella tarde” compilada en la lista de canciones de “Por ella” (CBS, 1982) cuyo rótulo, valga resaltar, es otra melodía destacable de la autoría de Esteban Montaño.

 

“El vallenato Nobel” (Rafael Escalona), de 1983, en honor, valga la redundancia, a nuestro premio Nobel de literatura (1982), Gabriel García Márquez, “Gabo”, por su obra cumbre “Cien años de soledad” más la histórica 039 (Alejandro Durán), de 1984, aún prevalecen en la extensa pero meritoria discografía de “Poncho” Zuleta. Infaltables para el repertorio personal “Sorayita” (Emiliano Zuleta Díaz) y “Amalia Vergara” (Abel Antonio Villa),

 

Junto a “Beto” Villa se consuma “Dos dinastías” (CBS, 1988) con las líricas principales “Mi niño se creció” (Gustavo Gutiérrez) y el clásico “La ceiba de Villanueva” (Rafael Escalona) para despuntar con excelencia su carrera artística en la década dorada de los noventa para el folclor vallenato con la inmemorial “Mira mi Dios” (Efrén Calderón) al lado de Raúl “Chiche” Martínez en el acordeón.

 

De ahí en adelante fueron naciendo los hits que, sin querer queriendo, lo catapultaron en la cima de los más reconocidos intérpretes de la música vallenata. Para la respectiva remembranza se postulan las siguientes:

 

“El retiro” (Emiliano Zuleta) y el himno vallenato “Mi pedazo de acordeón” (Alejandro Durán) pertenecientes a la producción “El Zuletazo” (Sony Colombia, 1991).

 

“Mañanitas de invierno” (Emiliano Zuleta Díaz), Espinita (Manuel Nico Jiménez) y “Que te vaya bien” (Juan Humberto Rois) del trabajo “Mañanitas de invierno” (Sony Colombia, 1992).

 

“Tardes de verano” (Emiliano Zuleta), “Reconcilio” (Juan Humberto Rois) y “Senderito de amor” insertadas en “Tardes de verano” (Sony Colombia, 1994).

 

Una más como “Se equivocó” (Alfonso Cotes Jr.) y la poética “A mamá” (Félix Carrillo Hinojosa) del álbum Hermanos Zuleta / 95… (Sony Colombia, 1994).

O la plegaria vallenata “Orgullosa” (Fabián Corrales) del LP “El girasol” (Sony Colombia, 1995) y “Ahí vas paloma” (José Alfonso “Chiche” Maestre) de “Somos vallenato” (Sony Colombia, 1996).

 

Por ejemplo, En “Nobleza y folclor” (Sony Colombia, 1997) se incluyeron “No me abandones” (Jean Carlos Centeno), el sabroso “Mosaico de porros” y la romántica “Cuántas noches” (Iván Ovalle).

 

Para cerrar la década, con sumo ahínco ¡de remate! el álbum “La trampa” (Sony Colombia, 1998) considerado como la producción estrella con las sobresalientes “La que te hizo el dos” (Fabián Corrales), “Regresa” (Walberth Orozco) y “Como duele el sentimiento” (Gustavo Gutiérrez). Y, un último trabajo, de 1999, conocido como “Los juglares” apuntándose como la principal canción “Qué lástima mi amor” (Romualdo Brito) más el recordable mosaico bailable rodeado de las clásicas melodías “La brujita”; “Mañana me voy”; “Alicia la flaca”; y, “El ramillete”.

 

No puede soslayarse, en absoluto, la también producción discográfica de ese año “Las voces del vallenato”: lo mejor del repertorio de Diomedes en la voz de “Poncho” Zuleta.

 

Con “Los Zuleta” (Sony Colombia, 2000) en conjunto con el acordeonero, Iván Zuleta, inició su travesía por ese periodo con tres clásicos de grata recordación como “Dime la verdad” (Jorge Valbuena), “Goticas de dolor” (Julio Rodríguez) y “Decídete” (Walberth Orozco) y, en 2001, la continuación de “Mi hermano y yo” pero con el venerable título “La sangre llama” escrita por su hermano, Emiliano, acompañada de otro éxito lanzado en ese tiempo bajo el título “Soy feliz” (W. Orozco).

 

El tema “La falda”, de 2002, y las recordables “Ahí va la que me gusta” (Poncho Cotes Jr.) y “Ni pío” (Jorge Valbuena), lanzadas en 2003, reconfortaron su reconocimiento musical tanto que, en 2005, efectuó la muy sobresaliente versión vallenata de “Mi pueblo natal” de la autoría del fallecido fundador de la emblemática orquesta de salsa colombiana “Grupo Niche”, Jairo Varela.

 

Los últimos tiempos musicales de “Poncho” han estado cargados de otros éxitos que no pueden dejarse por fuera de las cajas vallenatas como “Cien años de bohemia” (Rafael Manjarrés); “Los ay, ay, ay” (Felipe “Pipe” Peláez); “La campana” (Andrés Beleño); “Amor a siete mares” (Omar Geles); “El Nobel del amor” (Aurelio Núñez); “Parao’ en la raya” (Aurelio Núñez) y “Brinca aquí” (Fabián Corrales) que, sumados con la gran cantidad de líricas, acá escritas, reafirman, en todo su esplendor, el ya anotado estribillo “¡y nos acabamos cuando a mí me corten la lengua y a mi hermano los dedos!”.

 

Poncho Zuleta: ¡73 años de puro vallenato!

 

NICOLÁS FERNANDO

12 OCT, 2022

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