¡PARO NACIONAL!
EL PARO, LA REVANCHA POPULAR
El 14 de septiembre
estalló el más grande paro nacional de la historia contemporánea de Colombia.
El paro, que
reflejó la inconformidad de los sectores medios y populares colombianos,
golpeados por las altas tasas de inflación y el deterioro de la distribución
del ingreso, le cobró al presidente López la alta votación con la que fue
elegido en 1974.
El éxito del paro
se debió a la participación no solo de los trabajadores sindicalizados sino
también de sectores amplios de la población. Los enfrentamientos entre los
protestantes y la fuerza pública dejaron una veintena de muertos.
Como resultado del
paro, las cuatro centrales sindicales del país conformaron el Consejo Nacional
Sindical, que exigió un reajuste salarial del 50 por ciento, congelación de
precios y el levantamiento del estado de sitio.
(EL TIEMPO, 1977).
Así, el Diario El Tiempo contextualizó,
a manera de reseña, el Paro Nacional del 14 de septiembre de 1977 acaecido
durante el gobierno liberal de Alfonso López Michelsen (1974-1978) y cuya similitud
con la actual realidad nacional es innegable teniendo en cuenta el palpable
inconformismo social que, convertido en un Gran Paro Nacional producto del
desastroso desgobierno “neouribista” en el que estamos enfrascados sumando
su grandilocuente incapacidad mental que los atañe por completo para concertar
con el pueblo colombiano demandante, con justa razón, de un cambio social ¡YA!,
también (tal como le pasó al finado expresidente), le está cobrando a Duque la
alta votación obtenida en 2018 con el auspicio, por supuesto, de la mano negra
del asesinado narco-ganadero “Ñeñe” Hernández.
Ahora, con todo este boroló (próximo a cumplir un mes), dudo entonces que tengamos un presidente “¡verraco!” quien, sin poder soslayar, día a día mantiene con la tenebrosa sombra del patrón del mal (Uribe) a sus espaldas. Bueno, valga anotar si al joven “Duque” Iván “El Terrible” (no tan ávido como el otrora zar ruso del siglo XVI) se le puede asignar el título de presidente de la República pues, constitucionalmente hablando, “simboliza la unidad nacional” (Art. 188, C.N.) y es la “suprema autoridad administrativa” (Art. 189, C.N.). Pero, que Duque “representa la unidad nacional” por ahora ¡es paja!: representa, eso sí, la desunión nacional. ¡Y cual “suprema autoridad”! sino es más que un segundón al servicio de quien lo impuso como presidente (el exsenador terrateniente Uribe), los grandes empresarios y los banqueros que, sin sonrojo alguno, vienen siendo los máximos propietarios del país comenzando por Luis Carlos Sarmiento Angulo.
De ahí, la funesta reforma tributaria que, bajo su égida (y la de Uribe, por supuesto), su exministro delincuente de cuello blanco Alberto Carrasquilla ingenió y que días después de radicada en el Congreso el mismo digámoslo claramente subpresidente les solicitó a regañadientes a los congresistas desestimar a ver si con eso calmaba a una enardecida masa popular aglutinada en las calles de las principales ciudades del país como único escenario para evidenciar su oposición ante los burdos desatinos de un dizque gobierno apoyado por un poderoso aparato propagandístico abiertamente uribista.
Y no logró calmar las aguas porque la protesta no sólo estaba enmarcada al rechazo de la estrafalaria reforma tributaria (coloquialmente rotulada con el apelativo de “Ley de Solidaridad Sostenible”) con el único objetivo de engañar al grupo poblacional de los menos favorecidos porque a los ricos y empresarios ¡que les va a importar!, sino por otros asuntos de carácter social como la salud (cuya reforma se hundió en el Congreso), la oportunidad de empleabilidad para los jóvenes, la educación y los constantes reclamos de las centrales obreras quienes vienen comentando que el presidente ha venido haciéndose el de la vista gorda ante la problemática del sector y las posibles salidas de solución a plantear entre las partes.
Ahora, que Duque estuvo en Cali (epicentro de la debacle por aquello de las manifestaciones), poniendo la cara (como es su deber), fue un aspecto bobalicón con el pañito de agua tibia apoyado, obviamente, en la espalda de su ministra de Educación María Victoria Angulo (que no está nada mal, por cierto) de otorgarle matrícula cero en universidades públicas a los jóvenes caleños pertenecientes a los estratos 1, 2 y 3 respectivamente; proyecto que, entre otras cosas, ya está contemplado no solamente para esa región sino para todo el país.
Pero cuando de provechos se trata, ahí sí se alista el camorrero e incendiario (mal) partido de gobierno Centro Democrático en cabeza de su jefe natural (el caudillo Uribe) y sus imagino, ya, precandidatas presidenciales Paloma Valencia, Paola Holguín, María Fernanda Cabal y María del Rosario Guerra de la Espriella (las más nombradas parlamentarias feminazis defensoras ni siquiera de Duque, pero sí del “presidente eterno”) para atacar y enmarañar el asunto en el que toda Colombia está avocada. Y claro, como estamos en un año electoral, se la pasan buscando la forma de cómo asustar al futuro votante (a punta de pánico y desinformación) para mantenerse en el poder. ¡Que más estas manifestaciones plagadas de vandalismo para tal fin!
Es innegable que en toda protesta pacífica no falta la afluencia vandálica disfrazada (según el uribismo) de “bandoleros petristas” que salen a romper las estaciones de TransMilenio (TM), a echar piedra contra las edificaciones, a atacar a la fuerza pública o a saquear los negocios comerciales y los cajeros automáticos. Y como el personaje a derrotar en las próximas elecciones presidenciales es el actual senador Petro todo porque viene punteando en las encuestas, a través de la injuria y la calumnia (porque mediante el crimen no ha podido atinarle el régimen uribista) ya comenzaron a invocar las tesis del jefe de propaganda del antiguo Tercer Reich, Joseph Goebbels, para descargarle una campaña de desprestigio de forma tal que la gente se trague el cuento. ¡Y sí que se lo ha tragado pero enterito!
La conclusión de estas manifestaciones es que la gente no da más. Son producto del descontento, así como la de la multitud chilena que tardó algo más de dos meses para que el presidente aliado del régimen uribista (Piñera) “los escuchara”, tarde que temprano el clamor social en Colombia tenía que explotar. Y explotó. Cada día se avizora un desgobierno atrabiliario comandado por un subpresidente títere desconectado de la realidad, mal asesorado en asuntos de Estado, estúpidamente en búsqueda de aumentar una baja popularidad mediante un insoportable programa de televisión por ahora suspendido por la situación social del país e, imaginado, ni más ni menos, que por el ególatra parlanchín Hassan Nassar; y así el mismísimo inclemente e inmisericorde Uribe por interpuesta persona (Duque) doblegue la ofensiva a través de los cuerpos policiales para silenciar a los manifestantes, aún se mantiene la esperanza porque el ¡Paro Nacional será la revancha popular! (Como hace 43 años).
Lamentablemente, muy al estilo del expresidente López, Uribe y Duque pasarán a la historia por la siguiente frase que, presiento, prorrumpirán: “si somos responsables, no nos damos cuenta”.
Coletilla 1. Fuentes de inteligencia revelaron que el prófugo narcoguerrillero “Jesús Santrich” cayó abatido en tierras venezolanas. Moraleja: más rápido cae un mentiroso que un cojo. (Dispénsenme, que un ciego).
Coletilla 2. La actual vicepresidenta de la República, Marta Lucía Ramírez, fue designada por Duque como nueva Canciller (o ministra de Relaciones Exteriores) en reemplazo de la cuasi fascista Claudia Blum. Pregunta: ¿Percibirá la “benemérita” doctora Ramírez dos jugosos salarios?
Coletilla 3. DEPORTIVA (I): Algunos osos futboleros colombianos que recuerde: el 9-0 de Brasil sobre Colombia en el recordado “Londrinao” del 2000; el 8-0 del Real Madrid sobre Millonarios en el recordado amistoso de 2012; el 6-2 de Boca sobre el Deportivo Cali por Libertadores (edición 2016); el 3-0 del Kashima Antlers de Japón sobre Atlético Nacional por el Mundial de Clubes de 2016. Pero, así se disguste la hinchada cardenal, lo de Santa Fe ante un atípico River (culpa del coronavirus) por la actual Conmebol Libertadores, ¡sí que fue un oso Monumental! DEPORTIVA (II): El gobierno colombiano por intermedio del ministro del Deporte, Ernesto Lucena, le ha solicitado a Conmebol el aplazamiento de la Copa América. Con seguridad dirán NO y Argentina se quedará con el desarrollo total del certamen. Amanecerá y veremos.
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