LAS NOTAS DE JUANCHO
In memoriam de Juan Humberto Rois Zúñiga (San
Juan del Cesar, La Guajira, (Colombia), 25 de diciembre de 1958; El Tigre,
Estado Anzoátegui, (Venezuela), 21 de noviembre de 1994).
***
“…De lejos, muy lejos, un
acordeón / De notas muy lindas yo escuchaba / Y por esa nota acentuada / Yo
dije enseguida es Juancho Rois / Y me despedí de donde estaba / Y me fui al
compás del acordeón / Y cuando iba llegando a la parranda, ¡ay! / Precisamente
era Juancho Rois / ¡Él me dijo a'onde estaba! / ¡Con gran emoción…!”.
(Estrofa del cántico, “Las notas de
Juancho”, interpretada por su autor, Diomedes Díaz, para el LP “Canta conmigo”
(CBS, 1990)).
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l 21 de noviembre de 1994 se vistieron de luto
los acordeones. Se vistió de luto el folclor vallenato en general; y, a la
postre, “El cacique de La Junta”, Diomedes
Díaz, pues, su inseparable compañero de fórmula, el extraordinario
acordeonero y compositor de música vallenata, Juan Humberto Rois Zúñiga, más
conocido con los seudónimos de “El conejo”, “El fuete”, o, simplemente, bajo el
aún recordable e inmortal, “Juancho Rois”, ahora yacía en lo más profundo del
lucero espiritual que a lo lejos observaba antes de perecer en un accidente
aéreo acaecido en la ciudad de El Tigre adscrita al estado Anzoátegui (Venezuela).
Moría, pues, el sanjuanero, Rois: el hijo de
Juan Manuel Rois Fernández y Dalia Esther Zúñiga Vega; el cónyuge de Jenny
Dereix; el padre de Juan Humberto Rois Dereix; el acompañante de antaño de los
también afamados intérpretes Juan de la Cruz Piña Valderrama (el gran “hombre
Caribe”, “Juan Piña”), Elías Rosado y Jorge
Oñate, “El jilguero de América” o “El ruiseñor del Cesar”; y el compadre de
toda la vida de Diomedes: aquel cantautor de la elegía, “Un canto celestial”, que, lanzada en 1995, en
compañía con el entonces jovencito acordeonero, oriundo de Urumita, La Guajira,
Iván Zuleta, __bi-rey Vallenato, categoría infantil, 1987 y 1988, y
Rey Vallenato aficionado (1994)__, hace entrever, por intermedio de
tres dicientes estrofas, su más profunda tristeza producto de la irreparable
pérdida de “Juancho” al prorrumpir, a viva voz:
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“…Compadre Juancho no fui a su entierro / Porque
no quise verlo enterrar / Oiga compadre no fui a su entierro / Porque no quise
verlo enterrar (…) Porque así, yo me hago la idea / De que usted, está viajando
lejos / Que está, con Dios allá en el Cielo / Sentado, con el padre a su
diestra (…) En cambio, aquí en el cementerio / Compadre, me mata la tristeza…”.
***
El versátil, “Juancho”, nacido el 25 de
diciembre de 1958 en el municipio de San Juan del Cesar (La Guajira), cuna del
Festival Nacional de Compositores de Música Vallenata – FNCMV (que en su 47ª.
edición a celebrarse entre el 10 al 15 de diciembre de la presente anualidad,
homenajeará la efigie del mismísimo, “Juancho”, a treinta años de su
fallecimiento, y al cantante, Silvestre Francisco Dangond Corrales), aparte de
sus dotes en el lirismo y el acordeón, se le considera impulsor del denominado,
“Vallerengue”, (fusión entre el género vallenato y el merengue dominicano), sustentándose
lo anterior a partir del proyecto discográfico (post mortem) de 1995 avalado
por la Sony Music Entertainment Colombia S.A., “Su gran
sueño… “El vallerengue” - Juancho Rois… Canta”, compuesto de los
siguientes 10 títulos, (7 propiedad de “Juancho”), en su orden: “Por tu bien”;
“Desesperado”; “Reconcilio”; “Déjala”; “¿Por qué razón?”; “Acabaste con mi
vida” y “Señor locutor”; y 3 adicionales, a saber: “Por mi madre” (D. R. A.),
“La trampa” (Alejandro “Alejo” Durán) y “El vallerengue” (“Los nenes”).
Pero si de presencia artística en pleno se
trata, data del lustro 1977 con la aparición del LP, “El
fuete”, (Costeño / Codiscos), en calidad de acordeonero de Juan Piña, a efecto
de hacer realidad las siguientes composiciones: “El fuete” (Roberto Calderón);
“El estanquillo” (Náffer Durán); “La morriña” (Diomedes Díaz); “Muñequita
linda” (Martín Maestre); “Luz de amor” (Alfonso “Poncho” Cotes Jr.); “Grito en
La Guajira” (Alberto “Beto” Murgas); “El precio de un amor” (Mateo Torres); “No
sé olvidar” (Juan Manuel Gutiérrez); “Riña con mi corazón” (Rafael Vega) y
“Viernes cultural”, de Máximo Mobil.
Un año después, (1978), se uniría a Diomedes
para realizar “La Locura..!”, (CBS): álbum este, que,
de acuerdo al clásico, “Mi vida
musical”, (1991): “… El tercer paso que di me dejo recuerdos / Cuando grabé la
locura con Juancho Rois / Yo no sé porque sería la separación / Porque eso hace
tanto tiempo que no me acuerdo / ¡Ay!, grabamos un solo longplay, pero fue tan
bueno / Que a mi todavía me dicen que es el mejor (Bis)…”. Y no se equivocan
quienes así aún lo piensan, luego, aparte de que se vislumbraba una “dupla de
oro”, en todo su esplendor”, __tal como sucedería 10 años después
con la aparición de “Ganó el folclor” (CBS, 1988)__, doce temas
avalan tal calificación hacia la primera propuesta vallenata procreada por
Diomedes y “Juancho”, así: “El alma en un acordeón (D. Díaz); “La piedrecita”
(Sergio Moya Molina); “Lluvia de verano” (Hernando Marín); “Amores escondidos”
(Mario José Zuleta Díaz); “Sol y luna” (Fabio Zuleta Díaz); “Novia celosa”
(Rafael Díaz); “Acompáñame” (H. Marín); “La egoísta” (Mateo Torres); “Lo más
bonito” (R. Calderón); “La carta” (D. Díaz); “Vendo el alma” (Carmen Díaz
Zuleta) y “Me mata el dolor”, de M. Maestre.
Y a modo de cierre de la década de 1970, la
unión con Elías Rosado en lo que concierne a la realización del trabajo
musical, “La
fuetera”, producido para la entonces CBS, en compañía de las pistas “La primera
piedra” (Hernando Marín); “Condición de un parrandero” (Crispín Rodríguez); “Ya
no vuelvo” (Mateo Torres); “Esperando tu regreso” (A. Murgas); “El mejoral”
(Rafael Escalona); “Piensa” (H. Marín); “Mi consejo” (R. Calderón); “Del tamaño
de la luna” (Carlos Huertas); “Muebles viejos” (J.M. Gutiérrez);
“Incomprensión” (Romualdo Brito) y “La fuetera”, de Héctor Zuleta Díaz.
Antes del reencuentro con Diomedes, tuvo
oportunidad de compartir, entre escenarios y estudios de grabación, con el
excelso intérprete vallenato, Jorge Oñate, cuya dupla, bendecida por la CBS,
llevó a cabo la creación de seis trabajos musicales, en su orden, “El
cantante” y “Ruiseñor
de mi Valle” (1981); “Paisaje
de sol” (1982); “13º. Aniversario” (1983); “Canto y tradición” (1984) y “El
cariño de mi pueblo” (1985).
A manera de resumen fonográfico de las canciones
que enmarcan la totalidad de las propuestas, ya citadas, se destacan: “Alicia
adorada” (Juan Manuel Polo Cervantes, “Juancho Polo Valencia”); “Fascinación”
(R. Brito); “La molinera” (R. Escalona); “Mujer marchita” (Daniel Celedón
Orsini); “Lloraré” (Gustavo Gutiérrez Cabello); “Sanjuanerita” (H. Marín);
“Nació mi poesía” (Fernando Dangond Castro); “Ruiseñor de mi Valle” (José
Hernández Maestre); “Paisaje de sol” (G. Gutiérrez); “Lirio rojo” (Calixto
Ochoa); “La gordita” (Leandro Díaz); “Tus ojos negros” (Álvaro Cabas); “Dime
por qué” (Pedro García); “La contra” (L. Díaz) y “El cariño de mi pueblo” de G.
Gutiérrez.
***
Ahora bien: terminada la era “Oñate –
‘Juancho’”, sin temor a equivocaciones, puede denominarse el reencuentro con Diomedes
una especie de “Locura..! (2.0)”, puesto que se harían realidad siete álbumes
musicales para la historia y de grata recordación para el público Vallenato en
lo que respecta a las producciones avaladas por la CBS “Ganó el
folclor” (1988), “El cóndor herido” (1989) y “Canta
conmigo” (1990); y, por Sony Colombia, “Mi vida
musical” (1991); “El
regreso del cóndor” (1992); “Título de amor” (1993) y “26 de
mayo”, de 1994, año de su muerte.
Canciones de la talla de “Era como yo”; “Gaviota
herida” y “Doblaron las campanas” (de Efrén Calderón); “El culpable soy yo”;
“El verdadero culpable” y “No era el nido” (de José Alfonso “El chiche”
Maestre); “Al final del sendero” y “Ven conmigo” (de Luis Egurrola); “Tu eres
la reina” (Hernán Urbina Joiro); “Déjame llorar” (Reinaldo “Chuto” Díaz); “La
falla fue tuya” (Omar Geles); “Amarte más no pude” (Marciano Martínez); las
escritas por “Juancho” “¿Por qué razón?” y “Déjala” o las escritas por Diomedes
“El cóndor herido”, “Mi primera cana” y “Mi ahijado”, se han convertido por el
trasegar de los tiempos en los más sublimes himnos vallenatos hasta nuestros
días imposibles de olvidar.
Y hasta se halla en varios discos vallenatos el
poder de la estilográfica de “Juancho” con las composiciones de su autoría; en
la voz de Diomedes: “Yo soy el que te quiere” (“El regreso del cóndor”, 1992);
“Yo soy mundial” (“26 de mayo”, 1994); “No comprendo” (“Un canto celestial”,
1995) y “Aunque no quieran” (“Muchas gracias”, 1996); en la voz de Iván
Villazón: “Sr. Dr.” y “Quereme” (“Mar de lágrimas”, 1993) y “Acabaste con mi
vida” (“Noticias”, 1994); en la voz de Jorge Oñate: “El afortunado” (“El
cantante”, 1981) y “Una ilusión” (“Ruiseñor de mi Valle”, 1981), __ambas,
en coautoría con Oñate__; en la voz de Tomás Alfonso “Poncho”
Zuleta: “Que te vaya bien” (“Mañanitas de invierno”, 1992), “Reconcilio”
(“Tardes de verano”, 1994) y “Contigo nada que ver” (“Hermanos Zuleta / 95…”,
1995); en la voz de Marcos Díaz Alarza: “No finjas” (“Pechichoneando”, 1993);
en la voz de Osnaider Brito: “Se la llevaron” (“Los muchachos ‘93”, 1993) y
“Por tu bien” (“Imagínate… De nuevo!”, 1994), en la voz de Otto Serge.
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De seguro, cuando Diomedes llegó a la eternidad,
le dedicó una de las estrofas del cántico, “Ganó el folclor”, de la autoría de
Roberto Calderón, la cual reza:
“…Que canten, es lo que la gente quiere / ¡Que
toquen, que toquen Juancho y Diomedes! / Qué pintor describiría / Sólo Molina
podría / Que viva el folclor del Valle...”.
“Juancho”, ¡vive!
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P.S. “Juancho” Rois participó en la edición número
24 del Festival de la Leyenda Vallenata (1991) con los temas: “Cata” (son) (A.
Durán); “La zoológica” (Náffer Durán) (puya); “De La Junta pa’ La Peña” (merengue)
(Nicolás “Colacho Mendoza) y “Lucero espiritual” (paseo) (“Juancho Polo
Valencia”). Salió derrotado por el acordeonero sanandresano, Julián Rojas.
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NICOLÁS FERNANDO CEBALLOS GALVIS
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