RUBÉN BLADES: UNA VIDA, UNA HISTORIA
A lo largo de la
plausible historia de la música salsera, las emblemáticas melodías de Rubén
Blades (Ciudad de Panamá, 16 de julio de 1948) han trascendido fronteras. No es
la salsa convencional; o, la “rosa”, __decentemente denominada “romántica”__;
ni, mucho menos, esas jeringonzas que vienen prorrumpiendo, con suma fuerza,
los multimillonarios “influencer” (¿o intérpretes?) de un género urbano
prácticamente para “superhumanos”. No: la música de Blades es, sin lugar a
dudas, la configuración de un género salsa, pero con sentido social.
Este portentoso maestro de la música salsera, (si se quiere, “de protesta”), merece un apartado especial en una futura enciclopedia que, de principio a fin, desmenuce, por tomos, la grandilocuente historia del género comenzando, eso sí, por la Fania All-Stars de la que, como él, hicieron parte en tiempos inmemoriales de la magna agrupación musical reconocidos artistas como Bobby Cruz; Celia Cruz; Cheo Feliciano; Héctor Lavoe; Ismael Rivera; Pete “El Conde” Rodríguez; Richie Ray; y, Ray Barretto, sin soslayarse las participaciones de otros memorables como: Andy Montañéz; Adalberto Santiago; Ismael Miranda; Justo Betancur; Willie Colón; Larry Harlow; Roberto Roena; Bobby Valentín; y, Alfredo de La Fé.
Por ejemplo, en la década de los años setenta, del siglo pasado, con el ya mencionado, Ray Barretto, Blades se inició musicalmente participando en las producciones musicales “Baretto” (Fania Records, 1975) y “Tomorrow: Barreto Live” (Atlantic, 1976) integrándose al LP “Barretto” las composiciones de su autoría “Eso es amar” y “Canto Abacua”, ambas, emitidas de su prodigiosa voz.
Pero, si de adentrarnos, en pleno, a su apreciable historia musical, habrá que observar su estadía entre la Fania All-Stars y la orquesta de Willie Colón entre 1976 hasta el año 1982.
Así, pues, con la Fania participó en la consumación de 6 trabajos musicales titulados: “Los muchachos de Belén” (Fania Records, 1976); “Juan Pachanga” (Fania Records, 1977); “Sin tu cariño” (Fania Records, 1978); “Bohemio y poeta” (Fania Records, 1979); “Prepara” (Fania Records, 1979); y, “La palabra adiós” (Fania Records, 1980). En tanto, con la orquesta de Willie Colón participó en 7 producciones, así: “¡Metiendo mano!” (Fania Records, 1977) y las destacables “Plantación adentro” (Catalino “Tite” Curet Alonso) y “Fue varón” (Rubén Blades). “Siembra” (Fania Records, 1978) y los éxitos inolvidables bajo sus composiciones musicales “Plástico” y “Pedro Navaja”. “Solo” (Fania Records, 1979) que insertó en su listado de canciones el decoroso “Sin poderte hablar” en la voz de Willie Colón. Y, tres álbumes más, a saber: “Maestra vida” (Fania Records, 1980); “Canción del solar de los aburridos” (Fania Records, 1981) con la recordable “Te están buscando” (Rubén Blades); y, “La última pelea” – “The last fight” (Fania Records, 1982).
Una producción final, entre ambos artistas, se produjo en 1995 con la bendición del sello Columbia conocido como “Tras la tormenta” donde aparecieron temas como el famosísimo “Talento en televisión” (Amílcar Boscán); “Homenaje a Héctor Lavoe” (Angel “Cucco” Peña y Fernando Rosario); y, la bella proclama, (homónimo del nombre del álbum) de la autoría de Rubén Blades.
Fue con “Buscando América” (Elektra Records, 1984) que su carrera como solista se catapultó, en su máximo esplendor. Los temas de su autoría “Decisiones” y “Desapariciones” indudablemente definen lo anteriormente expuesto: una salsa con sentido social. Temas como “Lo pasado no perdona” (Rubén Blades) ilustrada en “El que la hace la paga” (Fania Records, 1983) y “Ojos de perro azul” – “Eyes of a blue dog” (también de su autoría) y añadida en el LP “Agua de luna” – “Moon water”, (Elektra Records, 1987), acrecentaron, a gran escala, su notoriedad artística.
La erudita década de 1990 para Rubén Blades, trajo consigo unos poemas inolvidables que las facultades de historia que examinan a la perfección la ilustre música de América Latina se encargarán de dilucidar en extenso: en “Caminando” (Discos International, 1991), se hallan la recordada “Camaleón” y la épica “Prohibido olvidar”, diestramente una lírica en contra de las dictaduras; o, el tema, homónimo del nombre del álbum, aún inmersa en el público latinoamericano.
No obstante, fue en 1992 que se presentó la beldad musical “Amor y control” acompañada de dos clásicos para el recuerdo: “Adán García” y “Creo en ti”; las anteriores, inmiscuidas en el listado de canciones del LP “Amor y control” producido para la época por Columbia.
Aparte del clásico “Vino añejo” (Roberto Cedeño), fue en el llamativo “La rosa de los vientos” (Sony Tropical, 1996) que se presentaron las bellas canciones “Eres mi canción” (Osvaldo Ayala); “Sin querer queriendo” (Pedro Azael); “Un son para ti” (Orlando Barroso); y, por supuesto, la titulada con el nombre del álbum de la autoría de Rómulo Castro.
¿Qué decir de la épica, “Sicarios”? ¿O de las bucólicas “Vida” y “Día a día?; las anteriores, del álbum “Tiempos”, del año 99, producido por la Sony Music. ¿O del magno título, “Estampa”, de la producción discográfica “Mundo” (Sony Discos, 2002)? Melodías que, de principio a fin, denotan un cántico que seguirá dejando huella.
La mayoría de las canciones, anteriormente retratadas, se enlistan en un magnífico, pero recomendado recopilatorio, de 15 pistas, producido por la Sony Music Entertainment Inc. en 2003 bajo el rótulo: Rubén Blades: una década. En pocas palabras, una antología musical.
El polifacético, Blades, bien apodado, “el intelectual de la salsa”, de acuerdo a sus condiciones como cantautor; músico; actor; abogado; político; y, activista, merece, de igual modo, el tratamiento de presidente de Panamá: su defensa por su patria es innegable tanto que, a manera de moraleja, el apartado final de su futuro discurso presidencial podrá evocar una de las tantas dicientes estrofas de “Prohibido olvidar”:
“Pobre
del país donde lo malo controla
Donde el civil se
enamora de la corrupción
Pobre del país
alineado con la droga
Porque una mente que
afloja pierde la razón
Pobre del país que
con la violencia crea
Que puede matar la
idea de su liberación
Pobre del país que ve
la justicia hecha añicos
Por la voluntad del rico
o por orden militar
Cada nación depende del
corazón de su gente
Y a un país que no se
vende
Nadie lo podrá
comprar
No te olvides…
¡No te olvides…!”
¡Feliz onomástico número
74, maestro Rubén Blades!
COLETILLA MUSICAL. La
otrora discográfica colombiana, SONOLUX, a través de su canal oficial del
portal de vídeos, YouTube, viene publicando un valioso material sonoro, de
antaño, entre los que se destacan: Jesús David Quintana, con la balada romántica;
salsa colombiana al estilo de “La Misma Gente” y “La Dimensión Colombia”; vallenatos
del ayer y del hoy con Carlos Malo y Gustavo Maestre (“El Dúo Sensacional”); Gregorio “Goyo”
Oviedo y Huber Hernández; o, Silvio Brito y Osmel Meriño. Y, para rematar, “El
Trío Martino” o, el bello dueto, de “Gloria y Antonio”. Simplemente, música del
ayer y del hoy.
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