¡AÑO NUEVO!, ¿VIDA NUEVA?
En los años nuevos siempre se hace
presente la teoría de “La ley del eterno retorno” atribuida al filósofo alemán
Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844-1900). Algo así como… Lo mismo… Siempre lo
mismo… ¿Qué cambia? Nada… Absolutamente nada... Continuismo… Monotonía… ¿Qué se
espera? Un cambio, ¡sin lugar a dudas!, en todos los aspectos; un año más de
vida para quienes habitamos este mundo y, tétricamente, la muerte: ese
enigmático fin de la existencia humana en esta tierra que puede sobrevenir, por
cualquier circunstancia, en uno de los 365 días calendario que componen el año
-o 366 si se trata de un mal agüerista bisiesto-.
No es pesimismo. Es la mera realidad.
Para el caso colombiano, después de las
fiestas decembrinas de 2021, los despertares de enero -de acuerdo a las
informaciones transmitidas por diversos noticiarios nacionales-, han sido
catastróficos. Por citar algunas calamidades: inundaciones; riñas callejeras;
violencia intrafamiliar; accidentes automovilísticos; terrorismo; asesinatos;
el bendito y tóxico (peor que la pandemia por el tal bicho “COVID”) temario
político y, de remate, los innumerables contagios que se han desencadenado por
el ya mencionado -por cierto, protervo bicho- al que han catalogado con el
mundialmente conocido mote “Coronavirus”. O “COVID-19”. O “SARS-CoV-2”. ¡No
faltará que le coloquen, asimismo, “Con Air”! (Riesgo en el aire) -como la
película del afamado, Nicolas Cage-; y la ahora mediática variante (¿o nuevo
bicho?) “Ómicron” y quién sabe cuántas más vendrán detrás: ¿la “Alpha”? ¿La
“Betta”? ¿La “Gamma”? ¿O la “Eta”? (como el abreviado de la otrora organización
terrorista vasca “Euskadi Ta Askatasuna”). ¿O la “COVID-XXII”? ¿O la
“Católica”, la “Apostólica” y la “Romana”? ¿O ”La Niña”, “La Pinta” y “La Santa
María”…? Etcétera, etcétera, etcétera. (A menos que aparezca otra variante más
bajo el apelativo “ETC”…).
Y aparte de los bichos indicados con
anterioridad, súmese los incrementos que se reflejarán en varios frentes
teniendo en cuenta los topes porcentuales por concepto de IPC (Índice de
Precios al Consumidor) -que alcanzó un máximo de 5,62% en materia de avalúos
catastrales; arrendamientos; servicios públicos (energía, alcantarillado,
otros); matrículas escolares; reajuste en pensiones de quienes devenguen más de
un salario mínimo; peajes y costo de grúas- y el salario mínimo con un alza del
10.7% con en el que el “Duque” Iván, supongo, salió a decir, con pirueta de
balón incluida, que su peor defecto es ser perfeccionista… Y la decretadora,
Claudia López, también, con el alza de $150 pesos en el pasaje del petaco de
saltín Noel con ruedas, Transmilenio, pero no la he visto llorando por ello…
¡Ah!: con el aumento del mínimo, se elevará el costo por concepto de copago o
la cuota moderadora en las EPS; de las fotomultas y el SOAT (Seguro Obligatorio
contra Accidentes de Tránsito) y los aportes a pensión de quienes devenguen un
salario mínimo. (Claro que, con este sistema pensional tan desigual con el que
cuenta el país, no es que se vaya a reflejar del todo los aumentos aducidos).
No obstante, falta ver si no nos
encerrarán nuevamente por los contagios del “COVID” y ahora del “Ómicron”.
Falta ver si colapsarán las salas de emergencia y las UCI’s (Unidades de
Cuidados Intensivos).
Falta ver cómo quedará el IVA (Impuesto
al Valor Agregado) cuando el nuevo gobierno, sea de derecha, centro o
izquierda, presente al congreso su propuesta de Reforma Tributaria -ojalá sin
eufemismos (o "carrasquilladas", mejor): ¿“Ley de Crecimiento
Económico 2.0”? O ¿”Ley de Inversión Social 2.0”? O ¿“Ley de Solidaridad
Sostenible 2.0”? (Ahora, dizque recambiada por ¿“Reforma Social”?)-.
Falta ver en este año político -me atrevería
a decir que será el más atroz de los últimos veinte años- que partidos,
movimientos o colectividades integrarán la Cámara y el Senado en las elecciones
de marzo para el periodo 2022-2026: ¿el 55/86 del “Pacto Histórico”? ¿El
“Tercer Reich” (criollo), Centro “Democrático”? ¿Los “Godos” (Conservadores)?
¿Los “Cachiporros” (Liberales)? ¿Los aliancistas del centro… verde? ¿Los
separatistas del “MOIR” bajo la égida del ahora movimiento “Dignidad”… ¡De
qué!? ¿Los pastores con curul del “MIRA” o de la Colombia, Justa y Libres? O
¿los Comunes de la rosa marchita (FARC)? Y falta ver, eso sí, quién de los
candidatos que hay en la palestra pública será el nuevo presidente por cuatro
años. De golpe, el pedestre, Rodolfo. En este país, como en el fútbol, cualquier
cosa puede pasar… Hasta quedar eliminados del Mundial para cerrar, con broche
de oro, el cuento.
Año nuevo, sí. Vida nueva, quien sabe.
Tal vez, para quienes “se cojan el gordo de la lotería” -así amanezcan al otro
día con el rotulo de secuestrables en sus frentes-; o para quienes tengan
empleo; o para los nuevos integrantes del congreso; o para el nuevo presidente;
o para los futbolistas cuyos balones también son los ceros marcados a la
izquierda de sus respectivos cheques salariales. O, simplemente, buscarla
mediante los caminos que el destino depare.
COLETILLAS. (1.) Interesante
recuento informativo del Noticiero CM& en sus treinta años de historia. (2.)
El mundo del entretenimiento colombiano está de luto: han partido a la
eternidad el extraordinario actor bogotano, Edgardo Román, y el reconocido
periodista y locutor barranquillero, Andrés Salcedo. Paz en sus tumbas. (3.)
De acuerdo a lo prorrumpido por el ministro de Salud “Vargasllerista”, Fernando
Ruiz Gómez, habrá cambios en los protocolos de aislamiento por casos de
covid-19 debido a la alta circulación de la variante “Ómicron” en el país. ¿Confinamiento
a la vista?
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