URIBE VS. PETRO

Tenía la firme intención de complementar mi artículo anterior contentivo a los 5 mejores partidos que he visto de la Selección Colombia con uno que dilucidara los 5 peores que he tenido la oportunidad de ver pero no puedo pasar por alto la convulsión política de hace unas semanas producida por la reyerta -ya monótona, valga anotarlo-, entre los senadores Álvaro Uribe Vélez del partido caudillista y unipersonal Centro Democrático y Gustavo Petro Urrego del movimiento de izquierda social Colombia Humana.

En algunos de mis escritos anteriores relativos al tema político colombiano y en discusiones sociales he disertado que el Centro Democrático, primeramente, de democrático no tiene absolutamente nada por tratarse de una colectividad abiertamente pasional y violenta, desde el verbo y la argumentación, siempre en defensa cerrada a la banda del tan aclamado como cuestionado caudillo y que, a la postre, es un partido a la imagen y semejanza de Uribe. No más fíjense en el logo del partido y saquen sus propias conclusiones.

En resumen, eso que se retrata a través de varios libros correlativos a la ciencia política y la historia con relación a los “espíritus de los partidos políticos”, Centro Democrático viene siendo una colectividad ceñida al protagonismo popular del expresidente más no de sus demás miembros pues estos no es que tengan mucho reconocimiento, pero son parlamentarios con el letrero de lacayos en la frente.  

Contrario a lo anterior, Colombia Humana centra su política social o de masa desde un movimiento popular que, en síntesis, trascienda fronteras y rompa el estereotipo perpetuo, con Petro a la cabeza, de una política tradicional que, lamentablemente, maneja a su antojo las instituciones del Estado pero con toda esta andanada de propagandas “mala leche” -como dicen por ahí- y corruptelas políticas como la “ñeñepolítica”, por ejemplo, que logró, de tajo, la victoria de Iván Duque desde la compra de votos en la costa y otras regiones del país, se esfumó la integración de una propuesta programática que en suma le otorgaría el cambio social a Colombia.

Son de vieja data las discrepancias políticas y personales entre Álvaro Uribe y Gustavo Petro incluso desde que el segundo en su otrora función parlamentaria ejerció, bajo las banderas del Polo Democrático Alternativo (PDA), una magna oposición al inexorable octenio (periodo de 8 años) de Uribe y su persona. Debates de control político iban y venían: el asesinato del alcalde de El Roble (Sucre) Eudaldo Díaz en 2003; la instauración de las denominadas “Convivir” en Antioquia; las relaciones del entonces presidente Uribe con el narcoparamilitarismo; las zonas francas propiedad de los hijos del presidente, Tomás y Jerónimo; las chuzadas a periodistas y miembros de la oposición de ese entonces por parte del extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS); los mal llamados “falsos positivos” o la declaratoria -a mi criterio, razonable- que un tercer gobierno de Uribe significaba una dictadura. Tales denuncias lo convirtieron en un sapo incómodo con una lápida a sus espaldas que rezara el tan baladrón “terrorista vestido de civil” pronunciado por el mismísimo Uribe como muestra de su digámoslo “acantiflada” manera de defenderse.

Recuérdese el tal “sicario; sicario; sicario…”.

La última discusión, entonces, entre estos dos líderes políticos representantes de dos corrientes totalmente opuestas surgió debido al escándalo donde salió involucrada la actual vicepresidenta Ramírez por aquello de la privación de la libertad de su hermano en los Estados Unidos por tráfico de heroína hace 23 años y al mejor estilo del uribismo, en cabeza de su jefe natural pues, que mejor escena que coger al hoy senador opositor Petro como conejillo de indias para enfundarle relaciones “sicariales” sin sentido. Ojo a estos personajes que salieron a relumbrar por parte del senador Uribe según él “íntimos amigos del Doctor Petro”: Carlos Castaño; los hermanos Rodríguez Orejuela; Pablo Escobar y, de remate, Hugo Chávez.

Aunque Petro y Chávez si se conocieron por allá en los años noventa, lo risible no son los personajes que mencionó tan vehementemente sino la historia tan ridícula que se inventó para dizque “hacer quedar como un bledo a su colega”. ¡Qué va! Antes, me sumo a las preguntas tajantes de Petro entabladas en su impecable replica una vez el provocador -digo, senador Uribe- terminó su prosopopéyica perorata: ¿Usted está desesperado? … ¿Qué es lo que le pasa?

Una vez conocida la pelea por la opinión pública, se centró un hashtag (#) en Twitter denominado #UribeYPetroSon en el cual me animé a participar posteando los siguientes mensajes aclarando que soy un absoluto novato en dicha red social; ¡sorpresa! No me tildaron de “terrorista siete suelas” como es costumbre por parte de los miembros de las bodeguitas uribistas:

1-) #UribeYPetroSon 2 líderes cuya diferencia radica en que, el primero, representa un poder abyecto; y el segundo, el cambio social, a pesar de la andanada de sandeces y elucubraciones que recaen sobre éste a diario. (1 retweet; 1 me gusta).

2-) #UribeYPetroSon 2 caudillos: Aunque, el segundo, es aclamado por el pueblo el primero, entonces, es la estampa del malévolo conservador Laureano Gómez desde la sociopatía por el poder. (1 mensaje; 2 retweet y 1 me gusta).

Anotación: Para evitar molestias por parte de un bodeguero uribista -supongo-, eso de aclamado por el pueblo lo cambié por un bien recibido como detestado.

3-) #UribeYPetroSon representantes de 2 corrientes políticas distintas en pleno siglo XXI; una extrema derecha concebida desde un partido político cuyo espíritu es caudillista y una izquierda social a partir de un movimiento popular. (1 retweet; 1 me gusta).

4-) #UribeYPetroSon 2 personajes políticos con pasados oscuros. Mientras está, más que probada, la relación de Uribe con el narco-paramilitarismo, Petro fue guerrillero pero cumplió una pena carcelaria. La diferencia es que Uribe no ha respondido ante la justicia. (2 retweet; 7 me gusta).

Anotación: Algo es algo; peor es nada, dicen por ahí… ¡7 me gusta!

5-) #UribeYPetroSon 2 polos opuestos luego que, mientras Álvaro Uribe representa una política tradicional, mafiosa y feudal, el segundo, con temple y tenacidad, ha enfrentado esa misma política salvándose, incluso, de la muerte. (34 retweet; 67 me gusta).

Anotación: ¡Vaya! ¡La saqué del estadio! ¡67 me gusta!

6-) #UribeYPetroSon 2 personajes políticos que, desde la pendencia parlamentaria, lamentablemente polarizan pero, siempre termina ganando la razón (Petro) y no los alaridos, faltos de argumentación (Uribe - Centro Democrático). (1 retweet; 1 me gusta).

7-) #UribeYPetroSon algo así como 2 líderes políticos, de distintos bandos (extrema derecha; izquierda social) que despiertan, a partir del sentimiento popular, odios y afectos. Lástima que, estos medios de comunicación privados siempre presenten a Petro como "el malo del paseo". (2 retweet; 2 me gusta).

Serán ustedes, amables lectores, quienes saquen sus propias conclusiones.

Hay que reconocer, pues, que estas peleas no le hacen ningún bien a Colombia; al contrario: agudiza la polarización implacable que sitia a la democracia por cuestiones políticas y la mantiene en un pulso beligerante entre “uribistas” y “petristas”. No quiero parecer un referee, pero ganó la razón. Y la tuvo Petro porque, al igual que él, yo tampoco soy como Álvaro Uribe Vélez.

Coletilla 1. Cuarentena sectorizada decretada por la alcaldesa López en la ciudad de Bogotá a partir del 13 de julio hasta el 23 de agosto por la emergencia sanitaria a causa del COVID-19.

Coletilla 2. 15 de las 20 localidades que componen el Distrito Capital estarán en cuarentena por 14 días excepto Usaquén; Teusaquillo; Antonio Nariño; La Candelaria y Sumapaz por tener menor riesgo de contagio.

Coletilla 3. Del 13 de julio al 26 del mismo mes, aplicará para las localidades de Los Mártires; Santa Fe; Chapinero; Rafael Uribe Uribe; Ciudad Bolívar; Tunjuelito; San Cristóbal y Usme. Del 27 de julio al 9 de agosto, el turno es para las localidades de Bosa; Kennedy; Puente Aranda y Fontibón y del 10 de agosto al 23 del mismo mes les corresponde a las localidades de Barrios Unidos; Suba y Engativá.

Coletilla 4. Se declaró improcedente, en primera instancia, la tutela interpuesta por Álvaro Uribe contra el creador de la serie web “Matarife” Daniel Mendoza Leal cuyo material retrata la cruenta vida pública del hoy senador. Por ahora, seguirla viendo antes que la famosísima “Mano Negra” de “El Innombrable” le dé por aplaudir la tan buscada censura.

Coletilla 5. Una réplica para la historia: Gustavo Petro derrumba las calumnias transmitidas por Álvaro Uribe en la sesión plenaria del senado virtual del 17 de junio pasado. (https://www.youtube.com/watch?v=lj6usWcoNis).  

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